miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014.

Este ha sido el año que más emociones he sentido en toda mi vida. Se puede resumir en:
Año del amor, del desamor, de la esperanza y el dolor, de la amistad y la enemistad.

Recuerdo conforme iban sonando las campanadas anunciando el nuevo año 2014, a mi me colmaban de besos. El año comenzó lleno de amor y nuevas esperanzas. Recuerdo como en enero, en Málaga junto a mi pareja (por aquel entonces) empezaron mis problemas con los riñones. Tuve unas piedras, o arena, no me lo aclararon pero sí que me jodieron muchísimo. Tuve que ir al hospital y que me pincharan y ¡odio que me pinchen! total que yo volví a Granada a seguir con mis estudios, comencé a prepararme para los exámenes y ¿qué ocurre? a Ana le vuelven a dar problemas los riñones. Mis compañeros de piso me llevaron al hospital y lo mismo, otra vez piedras, otra vez pincharme... encima no pude repasar para mis exámenes, y uno de ellos, historia, lo suspendí. Qué rabia que me dio. Fue una etapa bastante jodida pues el dolor que sentí fue insoportable, jamás había sentido algo así, pero bueh, fue algo que tuve que pasar. Las causas a día de hoy, aún se desconocen, cosa que me molesta ya que me hicieron varias analíticas y análisis de orina pero bueno, no pude hacer nada más que aguantar e inflarme a medicamentos que me sentaban muuuuuy mal.

Llegaron como he dicho antes los exámenes, y pese a estar mala, me presenté a todos menos al primero que era cuando peor estaba. Los aprobé todos y eso me hizo que me llenara de energía. este curso tuve la suerte de poder ir de mañanas, lo cual me dio muchísimo tiempo. Tiempo para mi y para mis gaticos. Como ya bien dije en el blog del año pasado, este año me fui a vivir con Jacob y Aigua, unos compañeros de clase. En realidad lo pasábamos genial, aunque había ciertas redecillas que finalmente acabaron con el buen rollo, pero eso es algo que contaré más adelante.

Este año empezó de una manera muy romántica pero conforme fueron pasando los meses, la cosa fue cambiando. Recuerdo como poco a poco fui eliminando a ciertas personas de mi vida que me habían hecho daño en el pasado. Mi relación con V era lo mejor que me había pasado nunca. Estaba muy muy enamorada de él, tanto que a día de hoy me duele. Nos veíamos todo lo que podíamos, todo iba cada vez mejor, recuerdo cuando llegó su cumpleaños y junté a varios amigos suyos para darle la sorpresa de una de las mejores gráficas calidad-precio que había en el mercado. Aún puedo recordar la cara que puso cuando le hice la sorpresa, jamás se me olvidará, no se lo creía el pobre... jajaja.

El curso siguió avanzando y los trabajos nos agobiaban día tras día. Poco a poco la relación con los de mi piso fue cambiando, y me fui uniendo muchísimo más a Bea, mi mejor amiga. También encontré un gran apoyo en mis dos gaticos. Durhkeim se convirtió en algo más que un gato para mi, era mi amigo, mi hermano, lo era todo. Dormíamos muchísimo juntos y jugábamos todo el día, yo me lo pasaba bomba con él, con la gata pues como que nuestra relación era diferente (qué rara parezco explicando mi relación con los gatos de esa manera jaja). Tengo decenas de vídeos guardados que a día de hoy, son  uno de mis mayores tesoros :)


En realidad, siendo sinceros, este blog no creo que sea tan extenso como suelen ser los de final de año, no por nada sino porque hay varios recuerdos que duelen ser recordados y varias palabras que las escribo pero se me clavan en el corazón cada vez que las leo, así que dudo que sea muy largo, o no, lo lo sé.

Llegaron los exámenes finales de junio y todo salió demasiado bien. Recuerdo el último examen que tanto Bea como yo lo llevábamos mal y la tarde de antes se vino a casa con un helado, y entre las dos, conseguimos estudiarnos Teoría, y no solo eso... APROBAMOS! increíble.
Las cosas en el piso se pusieron bastante tensas, había trapos sucios y muchas veces se decían cosas que no tenían que decirse, total, decidí buscar otros compañeros de piso porque no soportaba el ambiente en casa. Lo único que echaría de menos sería a mis dos gaticos, Durkheim y Kimara... aish.

Las clases del segundo cuatrimestre fueron muy divertidas, sobretodo ciudadanía, hacíamos juegos y lo pasábamos bastante bien, ahí fue cuando mi mejor amiga y yo empezamos a relacionarnos mucho más con los demás de la clase, algo que nos vino de perlas tanto a ella como a mi. Nos reíamos muchísimo con ellos y nos gustaba. El separarnos de unos nos unió a otros, siempre lo hemos dicho, pero he de remarcar que el separarme de ellos, fue lo que me hizo ver quien es Bea, una chica increíble. Maravillosa. Y encima cocina de maravilla.
 En cuanto llegó el verano yo ya tenía nuevo piso y nuevas compañeras, unas compañeras que aún a día de hoy conservo y de las que estoy muy orgullosa, aish qué risas... El piso está muy cerca de la facultad, es pequeñito pero acogedor, aunque tenemos un perro horrorooooooooooso abajo que nos molesta y un vecino que no deja de poner la música, pero aún así todo va bien.

Este año me hizo aprender lo que es el amor, lo he visto de cerca, muy cerca. He sido muy feliz con él. Aunque las cosas empezaron a torcerse con el paso de los meses. Llegó julio y estuve con él unos días y para mi, mi mundo entero giraba a su alrededor, bebía de sus besos, respiraba con sus miradas.... lo era todo, absolutamente todo para mi. Hicimos varias cosas, ir al cine, ir a un pantano y pasar el día, todo maravilloso. En mi cumpleaños recuerdo como me hizo varias sorpresas... También recuerdo como nos gustaba patinar... Pero como he dicho antes, no quiero hablar más de este tema, ya que aún escuece.

Pero llegó Septiembre, y lo pongo en mayúsculas porque ha sido uno de los peores meses de toda, insisto, toda mi vida. Empezó con un problema familiar enorme. Eso consiguió que me viniera abajo de nuevo y mi ansiedad volviera a aparecer, habiéndose ido ya a principios de marzo. Las cosas empezaron a ir mal en mi relación, yo no podía con tanto dolor y mi pareja pues se cansaba de verme tan mal.
 La cosa fue que en agosto decidimos V y yo hacer un viaje a Bruselas-Brujas-Gante. Y a finales de Septiembre es cuando teníamos la reserva, pero yo estaba demasiado mal... aún así, saqué fuerzas de donde ya no había e hicimos ese viaje, fue algo maravilloso, lo mejor que he hecho en mi vida, aunque ahora me duele más que cualquier otra cosa.
Y llegó octubre, fue cuando mi pareja decidió dejarme. Yo acabé destrozada, mi mundo era él y sin él nada tenía sentido. Pero al cabo de los días volvió conmigo, ahí fue cuando empezó otra pesadilla. Cansada y agotada mentalmente de tantos problemas decidí  acudir a un especialista a que me ayudara a superar ciertas barreras. Y realmente no me ayudó mucho pero bueno, al menos lo intenté.

Terminó Octubre y comenzó Noviembre. Yo pensé que la crisis que tuve con mi pareja se había terminado pero no, no era más que el comienzo de una maldita pesadilla que a día de hoy me cuesta asimilar. Día 18 de noviembre a las doce de la mañana, a mi chico se le cruzaron los cables y volvió a dejarme sin motivo aparente. Entre unas cosas y otras yo no entendía nada, no podía comprender que es lo que estaba pasando y por qué lo estaba haciendo. Finalmente, se decidió en darme un tiempo, una semana. Semana en la cual dejé de comer, no podía dormir, no podía hacer absolutamente nada y para colmo, tenía un examen. Como pude me apoyé en varios amigos y estudié todo lo que estuvo en mi mano. Comencé a restaurar ciertos lazos que había perdido por estar ciegamente enamorada, algo que me alivió bastante. Mi tía me llamaba todos los días ayudándome. Pero poco a poco empecé a abrir los ojos, a ver las cosas desde otra perspectiva, pero el corazón manda muchas veces, y mi fe ciega y el amor que sentía hacía él me obligaba a esperar una semana. Llegó el día 25 de noviembre, el 25 N de negro le llamo. Me dejó. La cosa se fue de las manos, el dolor sobrepasaba los límites que yo había conocido hasta el momento. Me obligaron a irme a casa con mi familia. Allí estuve llorando hasta quedarme totalmente seca, pero conocí a alguien, más bien, volví a conocer a alguien, a mi madre. Esa mujer que me ha sacado de tanto dolor, me apoyó más que nadie. Me escuchó horas seguidas como yo lloraba sin entender apenas nada, nos abrazábamos la una a la otra llorando por este año fatídico. Un año plagado de dolor y de dudas. Mi madre, esa mujer luchadora que me demostró en esa semana que estuve en mi pueblo lo que jamás había sentido con ella. Pasión por mi madre.

A día de hoy, un mes después, las cosas empezaron a ir poco a poco mejor, pero de manera muy lenta. Comencé a recuperar a varios amigos que no tenía que haber dado de lado, me di cuenta gracias a otros de lo negro que era todo, o sea, otra perspectiva de todo y casualmente muchas cosas coincidían, eso era algo que me dolía aún más pero a la vez, me ayudaban a salir de ese bucle de dolor infinito. Volví a hacer lo que quería, tenía muchísimo tiempo para mi, en varias ocasiones cogía el móvil y me daba vueltas por Granada escuchando música y pensando. Pensando muchísimo. No tengo blog para escribir y agradecer a todos los amigos y amigas que han estado apoyándome día tras día, me quedo sin palabras, aunque el mayor apoyo he sido yo misma. He conseguido "salir" de ese pozo aunque aún me queda mucho que subir, pero ya comienzo a ver la luz.

Esta última semana en Granada ha sido genial. Mi compañera de piso y yo lo hemos pasado en grande, haciendo locuras y no preocupándonos por nada. He salido, me he divertido e incluso he ido a la discoteca con mi hermana. Se han quedado amigos míos a dormir y hemos estado viendo películas hasta altas horas de la madrugada, he reído como nunca, me he sentido joven, nueva, atractiva incluso, me he sentido VIVA. Estoy conociendo a gente maravillosa, tengo unos amigos increíbles. Tanto mi querida amiga Sierry como Bea se han convertido en pilares fundamentales. Qué no decir de mis amigos de málaga y sevilla que siempre permanecerán ahí. Y de murcia, mi murciano favorito.

Como algunos que me conocen sabrán que este año no he querido escribir mucho aquí sobre el resumen del año ¿por qué? por dolor simplemente. Me duele recordarlo ya que mi ex forma parte de él y pese a todo lo que se ahora, no puedo evitar recordarlo y quererlo. Pero podría decir que ha sido un año lleno de amor, de amistades nuevas y viejas, de dolor infinito por familiares, de la muerte de mi abuela que siempre la llevaré en mi corazón, del descubrimiento de una madre coraje que jamás olvidaré y sobretodo de mi misma. Del valor y la valentía que he tenido al superar todo esto YO sola, porque a pesar de tener cierto apoyo, finalmente la última decisión era mía. Estoy muy, pero que muy orgullosa de quien soy, de lo que he hecho, no me arrepiento de absolutamente nada y me siento ¡maravillosa! He aprendido a empatizar y a saber escuchar, me he vuelto más comprensiva y no sé, diferente, soy una persona totalmente diferente. Creo que todo este dolor, todas estas decepciones me han ayudado para, por primera vez en mi vida, quererme como jamás me había querido. Ahora si quiero, me doy los caprichos que me plazcan. Invito a mi casa a quien quiera, hago lo que quiera y soy feliz, muy feliz. Si que hay ciertos momentos en los que mi mente me traiciona y recuerda a quien no tiene que recordar pero rapidamente me pongo música, canto y se me pasa. Pese a que me han denegado la beca, aún tengo las esperanzas de poder apuntarme a una academia de baile, nada me haría más ilusión ahora mismo.

Mi nombre es Ana Escudero y pese a haber sido uno de los peores  años de mi vida por no decir el peor, aquí sigo, mucho más fuerte y prometo que nada ni nadie me hará llorar de nuevo.

NEVER GIVE UP! 

lunes, 15 de diciembre de 2014

Viva, renovada, libre, feliz, con energías y mucha fuerza.


Viva, renovada, libre, feliz, con energías y mucha fuerza. 


Hacía muchos años que no me sentía así de bien. He pasado una etapa bastante complicada pero ahora el cielo parece despejarse, el sol comienza a cubrir mi rostro.

Me echo en la cama, miro a la pared y leo "Never give up" y no puedo evitar sonreír. Es cuando hablo en voz alta "lo has conseguido, tú sola, sin la ayuda de nadie, has salido de ese pozo que no te dejaba ver la luz, y lo has hecho TÚ". Una lágrima de felicidad cubre mis pómulos y no puedo evitar estar orgullosa de mi misma.
Ha sido muy complicado, pero poco a poco he ido subiendo esa calera interminable. Me he caído en varias ocasiones, pero me he levantado, he apoyado mi mano en mi rodilla y he dicho "continua Ana" y aquí estoy, después de tres meses. Bien y muy segura de mi misma y mis decisiones.

Estoy aprendiendo a vivir de nuevo, tengo mucha experiencia y ahora la voy a utilizar para modelar mi camino sin que nadie me diga nada. Ahora se quien soy y qué es lo que quiero. No me importa andar sola, prefiero estar sola. Me gusta.

Recupero día tras día lo que había perdido en el pasado. Un pasado del que no me arrepiento, pero del que tengo que luchar por lo que deseché víctima del engaño de personas que no me hacían bien.

Me siento bien conmigo. Estoy aprendiendo tantísimas cosas ahora que no sé como no me di cuenta de esto antes. Pero de todo se aprende, y eso es con lo que yo me quedo. Comienzo a pisar fuerte y a no tener miedo de donde camino, al fin, tras unos 7 u 8 años, vuelvo a conocerme y ¡me encanto!

lunes, 8 de diciembre de 2014

Ven, siéntate conmigo, hablemos.


Se que es raro y complicado, una situación curiosa y novedosa pero estoy aquí para aconsejarte. Soy tú. Tú con más experiencia y te voy a preparar para lo que te va a tocar, tranquila, no tengas miedo, estoy contigo. 

¿Recuerdas ese examen de Conocimiento de Medio que tuviste, copiaste y sacaste un diez? Recuerdas aún ese sentimiento de culpabilidad que tenías por dentro ¿no?  Es una consecuencia. Una consecuencia a un acto que cometiste. Sacaste un diez, sí, pero en tu conciencia quedará siempre que esa no era tu nota, que tu nota era un nueve, no un diez por haber copiado el nombre de esa planta. Pero ahora, eso es lo que menos importa. Fue la primera  vez que tuviste conciencia de que tus actos podrían acarrearte problemas o quebraderos de cabeza. Tú lo ves algo catastrófico, pero la vida acaba de empezar.

Despiértate cada maldita mañana agradeciendo lo que tienes y no despreciandolo. Valora mucho más a tu familia, a tus amigos... pero lo más importante, valórate a ti misma. ¿Quien eres? ¿Te gustas? ¿Por qué te ocultas? miedo ¿a qué? ¿a ti misma? el miedo es la peor baza que puedes tomar en tu vida. Si te riges por el miedo estás decidiendo no vivir. 
¿Por qué lloras? ¿Por haber suspendido un examen? sabes que tendrás cosas peores, pero ahora mismo lo más importante es tu examen ¿no?. Querida, intenta no tomarte las cosas tan a la tremenda, tienes tan solo 14 años. ¿Te han roto el corazón? no cielo, aún no sabes lo que es el amor ¿por qué te digo esto? porque eres demasiado joven y no has aprendido la lección más básica de todas <<si no te quieres a ti misma, no podrás amar a nadie>>. Pasan los años y los problemas se vuelven algo más maduros pero aún, no tienen la gravedad de un problema de verdad. Tú no me entiendes, lo sé. Eres muy joven pero solo quiero que me escuches. Soy tú.

Soy tú y tengo más años y por lo tanto, más experiencia. Se que te harán daño y que tú también lo harás. Se de primera mano que no tienes maldad, pero quieres llamar la atención constantemente. Carencias. Estoy muy segura de lo que te duelen ciertas cosas, pero hay que intentar moderar la medida y el tiempo que le dedicamos a un problema, valorar si realmente merece la pena tantos quebraderos de cabeza. Valora lo que tienes y deja de escudarte en el pasado, el pasado es algo que no podemos cambiar, yo no puedo hacerte entrar en razón porque no tengo la posibilidad real de avisarte de que habrán tiempos mucho peores y con problemas de verdad. Problemas de salud de familiares entre otros. Cielo, tesoro, reina mía, agárrate porque ahora tendrás problemas de verdad. Porque que tu amiga no quiera bailar contigo no es un problema, que tu suspendas inglés no es un problema. Los problemas de verdad vendrán y tienes que tener la fuerza de poder enfrentarte a ellos, uno por uno, con capa y espada. Yo no puedo cambiar mi pasado porque no está en mis manos, así que voy a intentar modelar mi futuro de la manera que crea más correcta. Dedicando el tiempo justo a los problemas que sean chorradas y enfrentándome cara a cara con los problemas reales. Porque la vida es así, dura, es una mierda, tal vez, pero no hay nada más maravilloso que sentirse vivo. 

Disfruta de la vida, no pienses tanto, déjate guiar más por tus sentimientos, ya se encargará la razón de modelar la manera de seguir el camino. Y cuídate, cuida de ti misma, no dejes que nadie decida por ti ninguna vez, aunque quizás te pase, pero no te preocupes, no pasa nada si tropiezas y caes, estoy aquí, contigo, porque tú y yo somos una, porque nos vamos ayudar en el caso de que tropieces dos veces en la misma piedra. No importa cuantas veces caigas, lo único importante es que tengas el valor de reconocer la caída y volver a intentarlo. 

Cielo mío, no te preocupes por nada, déjate llevar pero siempre con los pies en el suelo. Se consecuente con tus actos, no hagas las cosas pensando que no va a ocurrir nada, sino planteate la vida como "hago esto y me sucederá esto otro" ¿vale?

Mi último consejo sería: vive. Vive y deja vivir. Disfruta de cada minuto que te regala la vida, no tengas miedo a equivocarte, arriésgate, no te arrepientas de haber amado, date un capricho de vez en cuando, quierete, no dejes de lado a la gente que te importa aunque los demás te digan que tienes que hacerlo. Se valiente y lucha. Enfréntate a los problemas por muy duros que sean, apoya a quien lo necesite. Levanta la cabeza muy alta y pisa fuerte, que nadie te haga sentirte inferior. Aprende a equivocarte y a pedir perdón, empatiza, se consecuente, cuida a los demás, no hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti, y por último, se feliz. 

Soy tú y tú eres yo. Solo quería avisarte de que vendrán tiempos peores y que tienes que ser fuerte, se como eres y se que sabrás enfrentarte a todo lo que se ponga delante tuya porque has sido una mujer de coraje, te has enfrentado a muchos obstáculos durante 22 años. Pero esto acaba de empezar tesoro, acabas de adentrarte en una vida mucho más complicada, acabas de conocer la realidad de vivir y los problemas que suponen ciertas cosas, pero no te asustes, forma parte de la vida y es algo que la hace única y especial. Te animo a que sigas así, como lo estás haciendo ahora, modera ciertas conductas pero JAMÁS olvides quien eres. Que jamás nadie te haga olvidar lo importante y especial que eres, por favor cariño, no olvides eso, porque si no sabes quien eres y lo que debes valorarte es cuando estarás realmente perdida ¿vale? 

Te quiero, y siempre te querré. Eres única y maravillosa, que nadie te haga pensar lo contrario pequeña. Y ahora sigue jugando con tus muñecas, aún tienes tiempo para enfrentarte a la vida. Pero no te despistes y no te hundas ¿eh? demuestra quien eres. Y no te refugies en los demás, sino en ti misma. No tengas miedo de pedir ayuda nunca pues los demás están a tu lado para lo bueno y lo malo. Sonríe siempre que quieras sin miedo a los demás. Y te puedo asegurar que a pesar de los obstáculos, una se vuelve mucho más fuerte, duelen sí, pero te hace más mujer y te hacen madurar a pasos agigantados. Las cosas están algo complicadas ahora chiquitilla mía pero aprenderás tantísimo que cuando pase un tiempo te sorprenderás y te vendrá genial para seguir viviendo. Venga va, no quiero robarte más tiempo, aunque he de decirte que me ha gustado hablar contigo, es cuanto menos agradable. Si algún día necesitas hablar conmigo, solo tienes que ponerte en frente de un espejo y llamarme, estaré ahí siempre que lo necesites, a cualquier hora del día. 

Buenas noches cuqui, descansa. 

jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Eres tú?



- ¿Kirtash, eres tú? - se preguntó a si misma mientras el agua de la ducha caía por su cara. Su corazón se encogió y sus pupilas se dilataron. - ¿Kirtash?

- ¿Si? - respondió él.

- ¡Oh Kirtash, eres tú! - gritó sorprendida - ¿Cómo... ? ¿Qué...? ¡Oh Kirtash!

- Tranquila, lo he notado. Lo he sentido.

- No me lo puedo creer.

- Victoria estoy aquí, tranquila. Cuéntame.

- Ya lo has visto con tus propios ojos Kirtash... Es complicado - susurró Victoria

- Me lo intuía Victoria - dejó que ella llorara en su pecho. - No importa, te entiendo. Te entiendo mejor de lo que crees.

- ¡Tú también! ¿Cómo? - preguntó confundida mientras sus ojos conectaban de nuevo.

- En mil pedazos Victoria.

- ¡Oh, lo siento tanto!

Sus ojos volvieron a conectar, un calor enorme inundó el pecho de ambos, había pasado mucho tiempo, demasiado tal vez. Y a pesar de todo ello, se miraron  y sonrieron.

- No te separes de mi jamás Kirtash.

- Come with me Victoria.

lunes, 16 de junio de 2014

El pánico te hace darte cuenta de lo que te importa

Hay un momento clave para el desarrollo en la vida de una persona. Hay instantes que te pueden cambiar la forma de ver las cosas. Pero claro, esa situación no es placentera ni mucho menos, está plaga de verdades como puños y de un dolor infrahumano. 
Ese dolor se apodera de ti de manera irracional, yo lo traduciría en miedo. Pánico, terror. La sociedad tiende a  decir "esto me da pánico" no, perdona que te diga, eso es no conocer el concepto. El pánico es cuando las piernas se te bloquean, la mente piensa miles de cosas, dispares, sin conexión alguna entre sí. Ese miedo te abraza y te deja sin poder de elección. 
¿ A quién llamo? ¿A quién acudo? ¿Qué hago? ¿Por qué no puedo hablar? ¿Por qué siento que he muerto?

Todo tu mundo se tambalea, todo lo que dictabas de malo, ahora no tiene importancia, aquello que tanto te enfadaba, lo conviertes en tontería. Comienzas a darle valor a muchas cosas que a veces, pasan desapercibidas. Empiezas a entender todo de otra manera, a verlo desde fuera, más objetivamente. 

Hoy es uno de esos días en los que el pánico me ha hecho darme cuenta de lo que quiero, de lo que me importa, de lo que estoy dispuesta a hacer. 

Jamás le desearía a nadie pasar por un momento de pánico. Aunque he de aclarar que habrá cosas muchísimo peores que lo mío, es obvio. Pero por primera vez en mis 21 años, me doy cuenta de todo ese miedo del pasado y lo estúpido que queda al lado del terror que he sentido hoy. El cuerpo se queda destrozado, tanto física como mentalmente. Te quedas como drogado plagado de un dolor casi imposible de soportar. Pero aún así tienes esperanzas, prometes con una confianza ciega en ti, porque sabes, a raíz de eso, que no era lo que querías, no querías ese camino, no. 

Hoy ha sido un día duro, pero he logrado aprender. Nunca hay que olvidar que todo lo malo, trae una buena lección, yo la he aprendido, por un palo durísimo, pero era lo que merecía, porque en esta vida, muchas veces, creemos que no todo tiene consecuencias, que se puede actuar libremente, no es así, hoy al fin, me he dado cuenta. Me da rabia que haya tenido que darse una situación como esta pero... mejor así. Tocar fondo, es lo mejor para darte cuenta de a que te enfrentas, que uno ya es mayorcito para errar tantísimas veces.

Hoy me acostaré triste, hundida, pero con la esperanza por las nubes, se que puedo, soy capaz de tantísimas cosas, pero no confiaba en mi, hoy mi "yo" interior ha despertado y me ha dicho "¡Eh! ¿qué ocurre?".

En un año he aprendido tantísimas cosas, y todo a base de palos, pero he ganado tantos buenos consejos, tantas risas, tantas nuevas experiencias, que ahora, cuando hay que currárselo un poquito más, tengo un sinfín de fuerzas reservadas, todas las que he ido almacenando sin utilizarlas por miedo. Es hora de sacarlas a la luz, no ha sido una persona, han sido dos las que han dicho que veían potencial en mi. Pues sí, tengo potencial y estoy dispuesta a sacarlo. 

Gracias L. 

domingo, 25 de mayo de 2014

Recuerdos del comienzo de algo mágico.

Todo empezó con un día soleado hace ya un año. Los rayos de sol entraban por mi enorme ventana de aquella habitación de estudiante en la que me estaba hospedando.
Mi teléfono sonó. Eran unos amigos. La verdad es que me extrañó, no solían llamarme ya que nos separaban unos pocos de Kms. Atendí al teléfono. Por lo visto, justo ese fin de semana había un salón friki en Granada. La idea me pareció buena, así que decidí acompañarlos y echarnos unas risas.
La verdad es que lo pasamos bastante bien, hace años que nos conocemos, los quiero mucho. Estuvimos tomándonos unas cervecitas y unas tapas por la plaza de toros. Hacía bastantes años que yo no hablaba con Vorag, uno de los integrantes del grupo de ellos. La cuestión es que me interesé por él, y comenzamos a hablar. Nos sentábamos juntos a cada lugar donde íbamos y me sentía muy a gusto con él.
El día llegó a su fin, y los chicos me acompañaron hasta la puerta de mi casa, nos despedimos y Vorag me pidió el móvil para poder seguir hablando otro día. Accedí sin problemas, me había caído mejor que mi recuerdo en el pasado. Subí a mi piso y allí comencé a resumir unos apuntes. Pronto tenía los exámenes de junio y estaba algo agobiada.
Al día siguiente me levanté con resaca de haberme quedado hasta tarde con los apuntes y, de repente, sonó el teléfono de nuevo. Era Vorag. Me extrañó muchísimo.
-          ¡Hola buenos días! – exclamó él con alegría.
-          Buenos días ¿qué ocurre?
-          Nada, te llamaba porque vamos a tomarnos unas tapas por tu zona y era por si querías venirte.
-          Mmmm está bien, pero solo un rato, tengo que estudiar – afirmé.
-          Oks, te recogemos en tu casa en 15 minutos.

¿15 minutos? ¡Tengo que correr!  Me puse lo primero que vi en el armario, una camiseta de rayas rojas y blancas y unos pantalones cortitos para que se me pegara algo de sol, estaba más blanca que un folio. Me pinté un poco y salí, justo a tiempo. Ahí estaban ellos, esperándome. Al ver a Vorag, no pude evitar que se me escapara una sonrisa, me gustó que se acordara de mí y que contaran conmigo para tomar unas tapas por Granada.
Lo pasamos genial, fuimos a un lugar que nos llevó un amigo que nos encantó. Yo me senté al lado de Vorag y ambos decidimos pedirnos un tinto de verano. A partir de ese momento, no nos separamos en toda la tarde.
Recuerdo como subimos hasta un mirador y Vorag no paraba de contarme historias de vida que me fascinaban. Me hablaba de su viaje a Italia, de su afición a los videojuegos… yo estaba embobada sin darme cuenta siquiera.
Vorag y yo nos separamos del grupo y seguimos solos rumbo a mi casa, hablando de miles de cosas, yo lo escuchaba con mucha atención, quería absorber todo de él. Me encantaba, no entendía el por qué pero me apasionaba todas sus historias y su forma de hablar. Me acuerdo de un episodio curioso llegando a mi casa, justo en el cruce de la plaza Einstein. Uno de nuestros amigos nos llamó riéndose y dijo:
-          No sé por qué, he visto a esa pareja – dijo señalando a una chica y un chico que se estaban besando – y pensé que erais vosotros y me he quedado to loco.
Vorag y yo nos miramos y se nos escapó una pequeña sonrisa. Recuerdo que esa mirada me llenó tanto que me dio un escalofrío por todo el cuerpo.
Cuando llegamos a la puerta de mi piso, les invité a subir, pero no quisieron, tenían que volver a Málaga. Le pedí a Vorag su Facebook, quería seguir hablando con él, tenía esa necesidad. Él sin problema me dijo que me agregaría.
Llegó la hora de las despedidas, los abracé a todos como solía hacer siempre, pero en el momento de abrazar a Vorag (lo dejé para el último) sabía que había algo en él que tenía que descubrir, sus miradas, su forma de hablar, de expresarse… no sé lo que era, pero lo tenía que descubrir.

A día de hoy, 25 de mayo de 2014, puedo afirmar que volver a conocer a Vorag, mi Antonio, mi chiqui, mi vida, fue algo que me cambió por completo. Hoy hace un año que nos conocimos. Para mi es algo importante porque ha sido la persona que más he amado hasta ahora. Ha sido la persona que más me ha enseñado, me ha escuchado  y me ha aconsejado desde prácticamente ese día, ese 25 de mayo del año pasado. Recuerdo como todos los días hablábamos y me ayudaba, conservo tantos consejos suyos, tantas palabras repletas de cariño y ternura…  Siempre he creído en el destino. Para mí, es posible que estuviéramos destinados, hace más de seis años que nos conocemos, pero hasta ese día, éramos como completos desconocidos, cada uno tenía su vida y su situación sentimental, pero para mí se dio algo aquel día que lo recuerdo con tanto amor…

Gracias cielo por haber entrado a mi vida así, de esa manera tan especial, escuchándome y enseñándome tantísimas cosas. Gracias mi rey por ser como eres… me encantas y te amaré todo el tiempo que me dejes hacerlo. Te adoro. 

jueves, 23 de enero de 2014

No todo son palabras.

En ciertas ocasiones, nos resulta imposible poder encontrar las palabras adecuadas. 
Apropiadas para la ocasión.
 Intentas expresar cada sentimiento con una palabra, un gesto, una caricia, 
pero te sigue pareciendo insuficiente. 
Escribes algo, lo tachas. 
Sigue sin funcionar. 
Se te ocurren miles de ideas, pero ninguna cubre aquello que quieres transmitir. 
Continuas dándole vueltas a la cabeza, 
necesito la palabra mágica que englobe lo que siento.
Sigue pareciéndome imposible. 

Al fin llega el día en el que puedo verte.
Mi cuerpo está nervioso, 
no encontré la manera de poder expresar lo que siento por ti.
Abro la puerta, escucho tus pasos.
"Ahí está, justo en frente de mi"
Me quedo muda. 
Nos abrazamos. 
Un abrazo sincero, intenso y que expresa sentimientos ocultos. 
El tiempo se detiene cuando clavas tus ojos en los míos,
puedo ver como brillan, puedo notar todo lo que quieres transmitirme.
Es cuando me doy cuenta de que todo no son palabras, 
son miradas.





sábado, 4 de enero de 2014

Adiós 2013

Este año ha sido de lo más complicado. Aún, a día de hoy, no se donde pude encontrar las fuerzas necesarias para continuar mis aventuras y desventuras en Granada.

El año empezó algo extraño. En mi pueblo, con mi pareja. Fueron unas navidades extrañas. Estaba deseando volver a Granada y olvidarme de todo. Y así fue.
 Llegué a mi piso, comencé a estudiar como una loca para los exámenes. Me esforcé tantísimo, además tenía un incentivo, el día 19 de enero actuaban Billy Talent en Madrid. Justo unos días después, yo tenía mi primer examen de historia. Tras una pesadilla horrible en la que alguien moría y el concierto se cancelaba, mi whatssap sonó días antes de ir a Madrid. Era mi mejor amiga Carmen.

- ¿Ana... te has enterado? lo siento muchísimo.

Recuerdo como mi corazón se congeló al instante. Habían cancelado el concierto por la muerte de un familiar del grupo. Aún siento ese dolor que me inundó el alma, como sentí que me fallaban las piernas. Lo último que recuerdo fue a Andrés abrazándome sin soltarme, diciéndome que me tranquilizara, pero era inútil, no podían arrebatarme ese sueño, así, sin más. Fue un golpe muy duro, recuerdo no reunir las fuerzas necesarias para ir a clase y quedarme llorando y estudiando para el maldito examen de historia.

Los días pasaron y los exámenes llegaron. Fue un momento bastante agobiante. Estudiaba, comía, dormía, me despertaba y comenzaba a estudiar de nuevo. Así durante un mes. Los exámenes no salieron como esperaba, al menos no todos. Historia suspendí, me puso un maldito 1 en el examen argumentándolo con "Has utilizado vocabulario de índole sexual <<las tropas de Napoleón penetraron en Rusia>>". En fin, algo que aún sigo sin creerme que me dijera. Me quedaron tan solo dos asignaturas. La otra fue Ciencia Política, pero fue un suspenso colectivo.

Apareció una oferta en el Mediamark de la Canon 550 D, justo la que me gustaba por tan solo 400 €. Mis padres accedieron y me la regalaron, para mi fue algo increíble. Estuve varios meses con tutoriales para aprender a usarla, y a día de hoy, la manejo de maravilla.

Las cosas comenzaron a torcerse a una manera tan fuerte que toda esa "felicidad" que inundaba mi ser, comenzó a desvanecerse. Conseguimos que Nabil se fuera del piso y entró un muchacho de Murcia, Dani. Las relaciones en el piso estaban cada vez peor, nadie limpiaba excepto yo, y de vez en cuando Andrés. Había platos por todos lados, no paraban de estar de fiesta, no me dejaban dormir...

Por una tontería, Andrés se enfadó conmigo, en ese enfado, cogió y con una cuenta tuiter ajena a él, comenzó a contar intimidades de mis viejas amigas, más concretamente de una, la que estaba de Erasmus. Al poco, mi teléfono sonó, era la prima de esta. Comenzó a amenazarme diciéndome que me iban a denunciar por contar cosas que no me pertenecía decir. Yo no podía dar crédito a lo que escuchaba. Recuerdo como me ponía nerviosa ¿como demostraba que no había sido yo? era imposible. Le dije que registrara la IP y que consiguiera averiguar quien era y que se hiciera justicia. Los insultos de mis dos ex-amigas, corrían por tuiter, yo no me podía sentir peor ¡no había sido yo! Estuve hablando con Andrés y me confesó que había sido él. Sin dudarlo dos veces, contacté con la prima de mi ex-amiga. Andrés le contó todo a esta. Se dejó constancia de que no había sido yo. Pese a eso, la víctima de todo esto, se dedicó a mandarme mensajes diciéndome de todo, yo al leerlos no me lo podía creer ¡ya se había desvelado todo y aún seguían pasándose de la raya conmigo! Intenté contactar con la otra chica, no paré de llamarla para que supiera que yo no había tenido nada que ver. ¿Su respuesta? colgarme e insultarme por tuiter "no me llames más zorra". Me sentía tan mal, ¿cómo podía haber ocurrido todo aquello sin que yo tuviera nada que ver? a día de hoy sigo preguntándome porqué no confiarían en mi, jamás diría algo así sobre ella, jamás desvelaría una información tan personal... fue horrible, uno de los peores tragos de mi vida.
Tras esto, Andrés comenzó a putearme, recuerdo como se montaba fiestas en su cuarto mientras yo estudiaba y hacía trabajos, como aporreaba la pared que justo daba con mi cuarto. Aún puedo escuchar como a las tantas de la madrugada llamaba al timbre para despertarme y seguir con el cachondeito. El colmo fue un día que me dejé la lavadora abierta con ropa dentro y decidí ducharme, tras la ducha, metí la ropa que había utilizado en la lavadora y la puse. Acabó justo antes de irme a clase. En la casa estábamos solo Andrés y yo. Cuando saqué la ropa y comencé a tenderla estaba toda descolorida, el muy hijo de la gran puta le había echado lejía y tuve que tirarlo casi todo. Fui a preguntarle y me lo negó el muy mentiroso.

Me fui a clase super enfadada y bastante quemada. Cuando terminaron esas cuatro horas de infierno llegué a casa y todo estaba patas arriba. Andrés había rociado la cocina con aceite y tomate. Lo estaba recogiendo todo, se iba del piso. Todo estaba lleno de bolsas de basura llenas de sus pertenencias. Estaban dos amigas suyas ayudándolo a todo. Fue entonces cuando me armé de valor y entré a su cuarto e intenté hablar con él, razonar las cosas, se limitó a escupirme a la cara y tirarme un vaso de agua encima. Me quedé en estado de shock. Sus dos amigas no hicieron nada, y mi compañero de piso Dani se quedó quieto también. Me quedé mirándolo y esperando que alguien actuara, pero no fue así. Mi voz totalmente quebrada consiguió decir "te has pasado Andrés" me fui a mi cuarto y llamé a Pedro, mi otro compañero de piso, pero estaba ocupado y lejos. Así que llamé a un ex, pero también estaba ocupado. Recordé que mi primo me dijo que le avisara si algo malo me pasaba. Así lo hice. Llamé a mi primo Rafa y le conté lo sucedido: "en diez minutos estoy allí". Fueron los minutos más largos de toda mi vida, cogí y cerré el piso con llave y me puse en la entrada para que nadie pudiera salir. Sus amigas me pedían que tenían que irse, me daba igual, de ahí no salía nadie. No paraba de temblar, pues estaba empapada de agua. Al fin tocaron al timbre. Pude notar la tensión en el ambiente. Era mi primo. Abrí la puerta y grité para que no lo matara, pues mi primo Rafa se abalanzó hacía Andrés cogiéndolo del cuello y arrinconandolo contra la puerta de la despensa. Yo no paraba de llorar, solo quería que hablara con él, no quería que nada llegase a las manos. Mi primo intentó razonar con él, pero Andrés... pese a la edad que tiene, se comportó como un crío... Al final mi primo lo dejó irse, Andrés me insultó y se fue. Yo me abrazaba a mi primo llorando, tenía miedo, quería volver a casa con mis padres, desear que todo aquello fuera un sueño, pero no lo fue.

Cuando se fue, el ambiente de la casa cambió para bien. El tema de la limpieza aún era un problema bastante gordo. Entró otro compañero de piso Emma. Comencé a entenderme mucho mejor con Pedro. La relación con mis compañeros cambió, nos entendíamos algo mejor, había más buen rollo. Pero yo ya estaba muy quemada y solo quería que llegara el fin del curso y poder salir de allí.

Muchos viajes a Jerez de la Frontera y al fin llegaron los exámenes finales de junio. Fueron bastante duros, mi única ilusión era que el tiempo que me quedaba en el piso era cada vez menos. Estudié muchísimo, recuerdo tirarme las horas esquematizando todo lo que tenía por delante, fue una tarea ardua.

El último recuerdo que tengo del piso de la calle Santa Clotilde no fue nada bueno. Mi compañero Emma adquirió un gatito, creo que tuvo un poco de envidia de que mis futuros compañeros y yo fueramos a tener un gato, así que imagino que lo adoptaría. La cosa es que él apenas estaba pendiente del gatito, era muy pequeñito, yo le llamé Kiwi. Pasé con él un día entero, mientras estudiaba, él se quedaba dormidito sin molestar. Yo estaba encantada, me gustaba, era muy pequeñito y me hacía sentir muy llena allí en aquella casa. Pero al día siguiente, era tarde, yo llegué de la facultad y me encontré la casa llena de sangre. Gotitas de sangre por el suelo. Y me asusté. Busqué a Kiwi y estaba en el salón, vomitando y sangrando por el culito. Me quedé blanca. No sabía que hacer, nunca había tenido un gato y no sabía que había que hacer en esos casos. Me acordé de un amigo que tenía experiencia con gatos, Antonio, un viejo amigo de Málaga, él fue uno de los que me guió. Estuve hablando con mis compañeros de facultad y también me prestaron sus buenos consejos. Decidí llamar a Emma, su dueño y me dijo "ahora voy, no lo lleves al veterinario que no tengo para pagar, yo me encargo". Tras más de dos horas de espera, con el gatito en brazos y habiendo llamado a un veterinario, confié en su palabra. Mis compañeros de facultad me decían que lo llevara al veterinario, que me quedara yo el gato, pero como no era mío, no podía decidir por él, no era su dueña. Total, que yo, que casualmente tenía un dolor horroroso de espalda ese día, me metí en la cama a esperar que Emma volviera. Y volvió, se le veía cara de preocupado por el animal. Sus últimas palabras fueron: "yo me encargo, se pondrá bien, conozco a alguien que entiende de estas cosas". Consiguió que me relajara y consiguiera intentar dormir.
Al rato, tocaron a mi puerta, era él. Estaba medio dormida pero logré escucharlo y me interesé por el estado de Kiwi. Estaba serio.

- ¿Y Kiwi? - pregunté.
- Ana, verás, yo es que no tengo dinero para el gato, para poder tener un gato, lo adopté porque no sabía que se iba a poner malo, pero he tenido mala suerte.
- ¿Qué me estás queriendo decir Emma?
- Lo he dejado en un contenedor, pero creo que alguien me vio y seguro que se hará cargo del gato.
- ¿¡QUÉ HAS HECHO QUÉ!? - estallé de ira y rabia sin poder controlar mis lágrimas - ¡¡ESTÁS ENFERMO!! ¿POR QUÉ ADQUIERES UN GATICO QUE LUEGO NO PODRÁS CUIDAR? ¡¡ES UN ANIMAL, UN SER VIVO, NO TIENES DERECHO DE HABER HECHO ESO!! ¡¡¡¡VAMOS AHORA MISMO A BUSCARLO, YO ME LO QUEDO!!!!!!

Recuerdo como si me arrancaran el corazón, me dolió tanto que hubiera hecho eso, que me hubiera mentido en la cara. Me dolía tanto no haber sido egoísta y haberme quedado al gato. Me dejó destrozada.
Emma no tenía nada que ver con lo que nos quiso demostrar, era frío, calculador, un ladrón  y un mentiroso.

El último día que estuve en el piso, se montó un follón enorme, se podría resumir en peleas, los vecinos pidiendonos que nos calláramos (aunque yo no tenía nada que ver, ya que estaba preparando el poco equipaje que me quedaba por embalar), la policía poniendo una denuncia al Matagatos, o sea, Emma, y yo saliendo por patas en cuanto pude.

Fue salir de allí y que mi vida comenzara una nueva trayectoria, tan novedosa que a día de hoy, me cuesta asimilarla.

Entré al otro piso con dos compañeros de facultad, Aigua, Jacob y otro chico más, colega de Aigua. Al fin compañeros nuevos y un nuevo acompañante, nuestro gatito Durkheim. Un gato que Aigua, Jacob y yo decidimos adoptar.
La convivencia fue maravillosa, nos entendíamos genial. Estaba feliz, todo me iba a pedir de boca.

El verano llegó y con él miles de planes y horas de estudio.
La relación con mi pareja comenzó a flojear, a  decaer. Creo que en la vida, nada es para siempre, todo termina. El amor no es eterno.Cuando las cosas van así, lo mejor es intentar encontrar una solución, la nuestra fue dejarlo. Es muy triste acabar con una relación de cinco años, pero más duro es seguir una relación sin estar segura de tus sentimientos, os lo aseguro. Fue una separación dolorosa, pero en la vida, nada es perfecto, o al menos eso creo.

El resto del verano fue bien, andaba algo perdida, como ida, no sabía si estaba bien o mal.

Mi cumpleaños fue genial, jamás había visto a tanta gente junta. Lo pasé realmente bien. Incluso a la hora de dormir, algunos se quedaron en mi casa a dormir, nos reímos lo que no está escrito, que gran recuerdo para la posteridad :)

Llegó septiembre y con él, los exámenes  de recuperación. Llegué a aprobar 2 de 3. Como siempre, historia volvió a caer, no se que me pasa pero esa maldita asignatura tiene algo en contra mía. Como recompensa a las notas, decidí irme a Málaga con alguien. Ese alguien, a día de hoy, se ha convertido en el mayor descubrimiento de toda mi vida. Pero de eso hablaré más adelante.

Las cosas en el piso seguían su rumbo, pero llegó el último compañero de piso A***, el cual estaba en su ciudad natal pasando las vacaciones de  verano. Este no estaba a gusto en la casa. Solo se quejaba y la situación comenzó a ser insoportable. Así que conseguimos que se fuera, fue algo duro, no siempre la amistad y la convivencia funcionan, y si no, que me lo digan a mi el año pasado. Se fue. Y entró otro chico de Madrid. Muy majo, y que a día de hoy, no ha dado ningún problema.
En uno de mis viajes a Málaga, Aigua me pasó la foto de la parejita de Durkheim, aquí os dejo una foto. Están bastante grandes ya, los adoramos.

A día de hoy se han convertido en algo importante para mi, los dos gaticos de mi corazón, Durkheim y Kimara (Ona para mis compañeros). Me importan tanto como mi vida casi. Es maravilloso como unos animalitos tan pequeños pueden conquistar mi corazón de esta manera, los quiero.

En el resto de meses, mi vida, como dije anteriormente, ha dado un giro de 360º. Sin darme cuenta, y tras varios meses de conversaciones hasta las tantas, tras miles de consejos y miles de "palos" encontré a alguien que me hizo darme cuenta de quien soy en realidad. Hace tantos años que vivía engañada por mi misma. No me era sincera. Mi autoestima casi siempre ha estado por lo suelos, mi forma de ser era cuadriculada. Pensaba que siempre llevaba la razón, pero no es así, y he necesitado a alguien que se plantara frente a mi y me dijera las cosas, la vida tal cual. A día de hoy, este ser se ha convertido en la razón de mi vida. He cambiado de una manera que jamás pensé que podría. No soy la misma, he aprendido a tener paciencia en la vida, a reconocer mis errores y lo más importante, he aprendido el significado del amor verdadero. 
Junto a este chico, estoy descubriendo sensaciones extraordinarias, únicas, maravillosas. Soy feliz, sonrío de verdad, y todo lo que siento es como nuevo para mi. 

Hace unos días, en diciembre, hicimos nuestro primer viaje juntos. Fuimos a Madrid a ver una película con unos amigos suyos, El Hobbit, la desolación de Smaug. La verdad es que me sentí algo rara allí, no conocía a nadie y todos eran mayores que yo, siendo lo extrovertida que soy, allí parecía la típica niña tímida que le da corte hasta respirar. Pero fue divertido, empecé a sentirme más cómoda. 
Luego estuve estudiando para un parcial que tuve, aún sigo esperando la nota. 

Las navidades del 2013 han sido raras, cargadas de momentos muy difíciles, pero él ha estado a mi lado, hemos pasado la nochevieja juntos, y en vez de uvas, me ofreció doce besos, algo muy romántico desde mi punto de vista.

En resumen, podría calificar este año como una absoluta locura. Empezó fatal, continuó mal y terminó como nunca habría imaginado. Ha sido un año bastante malo, muy duro y que tengo unas ganas enormes de eliminar de mi mente. Tengo fe ciega en mi misma que haré lo posible porque este nuevo año, 2014, sea mejor, y eso solo puedo lograrlo yo. Bienvenido 2014, soy Ana Belén Escudero, y vengo con mucha energía. 

Seguidores