jueves, 10 de diciembre de 2015

Sin sentido #10

Abres los ojos y esperas haber podido descansar. No ha sido así. Otra noche más en vela. Las ojeras reflejan los pensamientos, los miedos y las dudas. No tienes ganas de salir a la calle, ni de mirar a nadie. Tampoco de sonreír ni de hablar. Solo quieres seguir escuchando música y pensar más y más en la cama. Crees que todo estaba bien, mira a tu alrededor. Rodeada de gente y abrazando la soledad en una esquina oscura. Es complicado expresar tantas emociones, PAS. Sí, es una putada, pero es así. Todo duele más de lo normal, el miedo es más alto que tu y la angustia te aprieta el estómago. Añade un sin fin de mentiras, de creencias que no llegan a nada. De una ilusión que no verá nunca la luz, de un sueño que no podrá ser. Ves que hay salida pero no sabes como tomarla. Cada vez observas más cómo hay obstáculos, "never give up" decía la pared. A veces una frase o una creencia no te posibilita alcanzar la felicidad, luchar contra todo lo malo y acariciar lo bueno. No cuando la salida está demasiado lejos y tu mejor opción es tirar la toalla. Es triste sentirse así, sentir que vives rodeada de mentiras de aquellas personas que jamás pensarías que te engañarían, de lazos pendientes por  hilo por situaciones de la vida, o de inseguridades continuas. Es difícil explicarle al mundo cómo te sientes y que estos intenten entenderlo porque creo que es imposible. Solo me queda levantarme cada mañana como llevo haciendo hasta ahora y esperar que pase el vendaval. Hace frío, mucho. Pero ya pasará... Como alguien me dijo alguna vez "da igual lo que patalees, lo que llores, el tiempo pasará y poco a poco dejarás las piernas relajadas y tus lágrimas no volverán a salir de nuevo. Lo único que nos debería tranquilizar es que todo pasa, lo bueno y lo malo".  

sábado, 5 de diciembre de 2015

Sin sentido #9

Don't think I could forgive you (...) me gusta mucho como suena esa canción. Tiene algo, no sé muy bien qué es. Hace tiempo. Mucho. Soy becaria. Hace ya tiempo que lo sé. Grata sorpresa. Papeles. Más. Congreso. Almagro. Vino, risas y secretos. The winter is coming. Déjame abrazarte, cerrar los ojos y sentir que todo va a salir bien. Dolor, mi segundo apellido. Lágrimas. Ruptura. Descontrol. No entiendo absolutamente nada. 5, 4, 5, 6, 4 y ahora 1. Pero es decisión propia. Totalmente. Es imposible que entiendas nada. Se aleja lentamente. Poco a poco. Mi mayor refugio. La tormenta no parece pasar. Dudas hasta de tu vida misma. Patinemos sobre hielo, dejemos que nuestras preocupaciones desaparezcan. Y come, más aún. Y déjame que te busque bajo las sábanas. Permite que detenga el tiempo para seguir mirándote y deleitarme con tu mirada. Es placentero, reconfortante. Es todo un alivio. No te despegues de mí, abrázame de nuevo, no me canso. Te necesito y te quiero. Te quiero y te necesito. Estoy cansada pero me visto, hemos quedado. Juego de Tronos con buena compañía. Esa perrita que no deja de ladrar y la tranquilidad de estar totalmente relajada. Miradas, risas, cachimba, secretos, cotilleos. Grandes noches. Haz de comer. No. Lo odio. Todo por ti. Miradas, deseos y ganas de comerse el mundo. Apaga la luz y pon la alarma, mañana comienza un nuevo día.

domingo, 15 de noviembre de 2015

(...) "Maldita sea Ana, sólo serán unas cervezas y unas risas ...

Me echo en la cama, necesito estar sola, pensar y llorar. Cierro los ojos y lloro tanto que me quedo dormida. De repente, sin darme cuenta, viajo por recuerdos maravillosos que me hacen que me sienta un poquito mejor. 

"No sé qué ponerme, hace frío pero a la vez calor, estamos ya a mitad de abril. Maldita sea Ana, sólo serán unas cervezas y unas risas no vas a un maldito desfile". Me puse mi chaqueta de cuero negra y salí sin más dilación. Habíamos quedado en la plaza de Derecho. Ahí estaba él. Su sonrisa era contagiosa. Estuvimos en un bar que tenía muy buena pinta. Allí no paramos de hablar y hablar. Yo notaba como la cerveza estaba haciendo que dijera cosas que podrían asustarlo, pero no me importó. Fui al baño, cogí el teléfono y no dudé en escribir a mi amiga: todo va bien, me encanta este chico. Me retoqué un poco en el espejo y salí. Pagamos las cervezas y nos fuimos, era tarde. Yo al día siguiente tenía una presentación para la clase de Lozano, qué palo. Caminamos en silencio por aquella estrecha calle cuando de repente, él me miró y me besó. El corazón se me puso a mil por hora, estaba temblando. No me podía creer lo que estaba pasando en ese momento. Seguimos con besos llenos de palabras ocultas, y fue cuando, de repente, comenzó a llover. Eso no nos importó. Y seguimos, más y más besos. En mi hubo algo en mi corazón que me hizo que despertara y me pusiera en alerta. "¿Qué ocurre? ¿Por qué siento esto? ¿Qué narices está pasando?" miles de preguntas sin respuestas me hacía mientras lo miraba a los ojos y me secaba un poco el pelo. Estaba diluviando. Llegó el momento de separarnos, cada uno por su camino. Cada uno a su casa. Llegué a casa y me senté en la cama, totalmente empapada, puse la estufa y me eché. Me puse a analizar detenidamente que había ocurrido, paso por paso, pero lo que más me confundía era lo que había sentido mientras nos mirábamos, cuando nos besábamos... "sea lo que sea son solo imaginaciones mías, en una noche no se puede sentir nada Ana, deja de soñar"

Y hoy, siete meses después, sigo pensando que vivo en un sueño. Un sueño maravilloso que me mantiene viva. Un sueño que me sacó de una gran pesadilla. Es increíble el poder que puede tener una persona para sacarte de una de las situaciones más dolorosas de toda tu vida y hacerte creer que el amor existe de verdad, que cuando menos te lo esperas, llamará a tu puerta y te abrazará más fuerte que nunca.

 

martes, 20 de octubre de 2015

Sin sentido #8

Un mes y unos días han pasado para poder volver a ponerme delante de la pantalla del ordenador y dejarme llevar por lo que mi mente necesita contar aquí.
Es demasiado tiempo, muchos problemas, inquietudes, llantos y decepciones. El mes de septiembre y octubre ha sido duro, pero aún así poco a poco he ido viendo la luz y descubriendo múltiples cosas. Tanto buenas como malas. He perdido a gente, pero también he ganado mucho, quizás más de lo que he perdido, y ya no es solo la cantidad, es la calidad. Ha sido unos meses llenos de papeleos, de dudas, de problemas, de desconfianza y de amor. Podríamos empezar a escribir frases sin sentido ¿no?

Cuéntame más. Duda. Llora. No puedes dormir, el miedo y la angustia te puede. Empiezas a ver los diferentes lados de ese cubo que tienes frente a ti. Y es cuando te das cuenta de que no es tan cuadrado como pensabas. Papeles, llamadas, escribe. Está mal. Vuelve a hacer todo el trabajo en unas horas. Hablamos frente a tu tutoría, vuelves a demostrarme que confías en mi, que puedo con ello. Más papeles, sellos y firmas. Cabreos y llantos de nuevo. Más y más agobio. Empieza el curso. Se avecinan curvas. Todo va muy rápido y sigue habiendo miedos y angustias, pero siempre prevalece un pilar fundamental que ha conseguido que me agarre a él en la tempestad más horrible. Vamos a una charla, para creernos inteligentes tal vez, o para descubrir y desenterrar uno de mis más mayores deseos. 25 de septiembre. Secretaría. 1 año. Libro rojo que le pone etiqueta a aquello que no tenía nombre y un anillo que sella la amistad más real que he tenido en mi vida. Un gran día, sin dudarlo. Mis dos pilares siguen ahí, aguantando el techo que puedo ver como poco a poco sigue tambaleándose avisándome de que va a caer en cualquier momento. Me tumbo en la cama y me agarro a ti, lloro, mi llanto es doloroso, sigo sin ver la luz al final del túnel, mi futuro es incierto y mis dudas son cada vez mayores con respecto a qué debo hacer.


Poco a poco va saliendo el sol, puedo notarlo. Noto como me calienta el pelo y como puedo ver mejor el  camino a seguir. Un mes complicado, agobiante y desesperante, pero ahora empiezo a subir la escalera y no necesito ayuda, puedo sola. Estoy deseando volver a ver la cima y seguir andando sin miedo a nada.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Sensaciones

Oigo el ruido de la calle. La luz penetra por la ventana y el frío hace que me de un pequeño escalofrío. Abro los ojos, estoy muy cansada ¿qué hora será? es cuando noto tus brazos rodeándome sin intenciones de soltarme. Sonrío y miro la hora, son las 8 de la mañana. Sonrío. Aún puedo descansar un poco más. Me giro hacia ti. Te miro y me imagino miles de aventuras a tu lado. Puedo sentir tu felicidad, tu tranquilidad... puedo notar el latido de tu corazón que unido a tu respiración, consiguen que me relaje y disfrute de la sensación de tenerte a mi lado. Mis ojos se cierran por el cansancio y mi mente viaje a mundos extraordinarios de sensaciones múltiples. Noto como tu piel roza la mía y eso me estremece. Causas en mi una sensación única, es mágico. Puedo palpar la sensación de libertad que me provoca estar a tu lado... tus besos son el oxígeno que necesito para continuar viviendo y tus ojos me devuelven a la tierra. Me hacen sentirme diferente, me abruman. Me encantan. Miles de veces me he preguntado si existe esa persona que sostiene mi hilo rojo, y estoy completamente segura de que la he encontrado... ¿dónde has estado escondido todo este tiempo? aunque realmente, eso no importa ya. Lo único que me interesa es que te he encontrado y que no estoy dispuesta a perderte por nada en absoluto. Porque es único. Lo sabes y lo sé.

Mi mente sigue recorriendo cada rincón de mis pensamientos. Puedo vernos, en vaqueros en la cocina de mi antigua casa, bailando. Me enseñabas a bailar. Recuerdo como nos reíamos de mis pies. Eran muy torpes y tropezaba continuamente. Nos reíamos y lo volvíamos a intentar. Siempre terminaba todo en una mirada profunda y en un beso renovador...

Ya es un tiempo considerable para que una se plantee muchas cosas, y lo mejor es que... eres la mejor sensación que he tenido nunca. Es complicado reflejar lo que haces sin darte cuenta pero es grandioso. Es bonito y mágico. Lo he dicho cientos de veces, lo sé. Pero no me canso de escribirlo.
Como dice la canción de fondo... True love, true love, true love,

Suena la alarma. Vuelvo a abrir los ojos y ahí estás tú. A mi lado.

domingo, 16 de agosto de 2015

Es... confuso.

Hay veces que por mucho que lo intentes, no te sientes cómodo. Hay un murmullo en tu interior que no te deja pensar con claridad. Te incomoda y te hace pensar el "y cómo habría sido si..." es algo que me pone nerviosa, me inquieta. Esta noche estoy pensativa, reflexiva. Quizás las canciones de mi spotify no son las más adecuadas para mi estado anímico. Parece que leen mis pensamientos. Tengo la sensación de que saben perfectamente como me siento hoy. Es una sensación tan extraña que no sabría plasmarla en un blog para luego leerlo y encontrar la respuesta a qué narices ocurre.
Angustia quizás. Soledad. Y a la vez emoción por lo que vendrá en unas semanas. Comienza la última etapa ¿realmente quiero que termine todo esto? la respuesta me viene rápido a la mente. No. No puede terminar, no, por favor. Es confuso. Sentimientos encontrados ahogados en una mirada perdida que vaga en una noche fría de verano.

¿Qué ocurre? ¿añoras algo tal vez? no lo sé. Tal vez sí o tal vez no. Es algo que no sé muy bien. Intentas expresar tus sentimientos en una hoja de papel pero se te queda pequeña. No me gusta sentirme así, me hace creer que soy débil, cuando no es así. No sé, es... confuso.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Sin sentido #7

Algo de Vetusta Morla. El portátil no tiene fuerza. Conecta los altavoces. Sube el volumen. Más. Más, mucho más. Así es más fácil ahogar las voces y los llantos. Y ahora cantemos juntos. Siguiente canción, cierra los ojos y vuelve a disfrutar del placer de la música. Salvadora ella. Llora y pasa de canción. Levántate y coge la tarjeta de 16 GB y vamos a ver qué hay. Vídeos. Bien. Los ves uno tras otro y vuelves a sonreír. Miradas que te devuelven la vida y bailes que te recuerdan quien eres. Creo que el ser humano no es consciente del dolor que pueden causar unas simples palabras. Pero así nos va haciendo daño a quien menos lo merece. Te giras y te miras en el espejo. Sabes quien eres, pese a que haya gente que siga anclada en el pasado. No te avergüences de quien eres. No eres rara, eres diferente y especial. Si alguien no lo ve es porque no quiere y eso es una pena. Disfruta de quienes de verdad te quieren. Y elimina a personas tóxicas de tu vida. La vida es tan corta que no merece la pena malgastarla en tonterías. 19 días. O menos, o más. Quien sabe. Escribe un diario con tu vida y atrévete a cambiar. Tienes los ojos negros de fantasmas del pasado. Tan solos unos pocos afortunados son capaces de ver la luz. Te tienen agarrada y con los ojos tapados para que no logres avanzar, engañada de por vida con una concepción para nada cierta de ti misma. Lucha y sal. Respira y razona. Descubre y vive. Abre los ojos y tira la toalla, no merece la pena. Llévame a la iglesia, necesito confesarme. Confesar qué ya nada es igual, que son casi 4 años de lucha constante. Es absurdo hablarle a la pared si esta ni siquiera tiene sentimientos. Y ahora ve, échate en el sofá y espera pacientemente tu momento, porque sabes perfectamente que aquí no será. Por mucho que te duela, mi vida es mía y yo decido mi destino.

martes, 4 de agosto de 2015

Viaje a Motril

- Hola buenas ¿es este el autobús que lleva a Granada?
- Sí, adelante. 

Y ahí comenzó mi aventura. Llevaba mucho tiempo esperando ese momento. El irme con ella unos días. Y así fue. Entrando en Granada, volví a notar como podía respirar de nuevo, como todos mis miedos y problemas desaparecían. Como mi cuerpo, sin entender a día de hoy porque lo hace, se relajó y mi rostro difuminó una gran sonrisa. Bajé del bus y me recreé en el camino. Cada paso que daba era como volver a montar en bicicleta cuando llevas mucho tiempo sin hacerlo. Algo excitante. Nos reencontramos. Ella y yo. En tan solo unos minutos recuperamos ese par de semanas que llevábamos sin vernos. Y en unos minutos, nos volvíamos a unir. Los tres. Mi diada + Ana. Me sentía pletórica. Allí, tomándonos algo fresquito y hablando de nuestras cosas. A pesar de que había pasado muy poco tiempo, tan solo 24 días, a mi me había parecido una eternidad. Me sentía muy a gusto, y eso es algo que a día de hoy, sigo valorando muchísimo. 

A la mañana siguiente viajamos hacia Motril. Había tanta ilusión puesta en ese viaje, que a día de hoy, ya desde Lucena, aún puedo notar las ganas que tenía de estar allí con ella una semana entera. La semana se podría resumir en tantísimas cosas que no cabrían en ningún post del blog, pero diré que he tenido miles de emociones juntas. He estado con mi mejor amiga y hemos reído lo que no está escrito, hemos visto series, hemos nadado kilómetros de piscina, hemos charlado de mil cosas, hemos reflexionado, criticado incluso, nos hemos desahogado juntas. Hemos hecho el tonto a todas horas, además de espantar a las lagartijas cada noche y saludar a los perros cada día.

Por supuesto, pude disfrutar de él. De sus besos, de sus  caricias pero lo más importante, de su sonrisa. Fue genial, a pesar de que intentó intoxicarme con un kebab y casi muero en el intento, pero bueno, algún día me vengaré, por supuesto. 

En esta semana, que no ha sido una semana si no más días, he conocido a gente maravillosa. Me he reencontrado con más personas igualmente increíbles y entre todos me han hecho sentir como en casa. Sentía como que encajaba a la perfección. Ha sido genial, no tengo palabras. 

Quería agradecerle en particular a mi gran amiga Bea, este pequeño viaje juntas, esta primera toma de contacto de convivencia y agradecerle de corazón, que me invitara a estar con ellas estos días tan maravillosos. Gracias pequeñaja, te quiero muchísimo. 

viernes, 17 de julio de 2015

¿Sin sentido?

Y así es como empiezo a escribir. Notando el calor pegajoso de Málaga. Hoy estoy inspirada. Así, de repente. No he podido evitar ponerme a escribir. Es de estas cosas que necesitas cuando te falta algo, o alguien. Sí. Exactamente. Me falta alguien. Su aroma, su esencia. Lo echo en falta. Besos, caricias, miradas. Te echo de menos. Mucho además. Y no es algo que me moleste, al contrario. Es algo que me encanta sentir. Me gusta echarte de menos. Me gusta sentir que me no me importaría estar ahora mismo a tu lado, viendo una película o simplemente mirándote. Me hace sentir bien lo que siento pero aún así duele un pelín. Es maravilloso, me dirán algunos. Es malo, me dirán los envidiosos.

Yo lo único que tengo claro es que me encanta estar a tu lado. Anhelo todo tu ser. Y quizás no tenga sentido, insisto. Pero es así.

¿Para qué seguir escondiendo algo que es bastante evidente? Daría todo el oro que no tengo por estar tan solo un segundo a tu lado. O mejor, hagámoslo más creíble. Daría mucho de lo que tengo ahora por robarte una sonrisa. Por despertarte con cosquillas y ver tu reacción. Por abrazarte y besarte. Por decirte "me da igual" y que pongas los ojos en blanco. Me encantas y me desesperas a la vez. Y por eso, no tiene sentido, o sí. Según como lo veas.


Buenas noches Málaga, seguiré aquí, una noche más, mirando el cielo y pensando "esto no tiene sentido, o sí, pero te echo de menos".

martes, 7 de julio de 2015

Sin sentido #6

Se acabó. Saboreo la victoria del trabajo bien hecho. Puedo notar con tan solo mirarme en el espejo, el cansancio que denota mi rostro. Pero también observo en él muchas otras cosas. Echo la vista atrás y veo unas semanas de agobio constante, de estudio continuo y de risas en el cuarto de mi mejor amiga. Calor. Mucho calor. Demasiado. Es insoportable hasta para poder relajarse un rato viendo una serie. Hoy escribo desde otro lado. No me gusta. Pero es lo que hay. Aquí me faltan cosas. Muchas. Ella y él. Él y ella. Allí tenía tantas cosas que aquí no... Echaré de menos mi ventana, mi pequeño balcón. Me gustaba sentarme y fumar mientras pensaba en el sentido de nuestra existencia. O de lo que me iba a poner al día siguiente para ir a cenar. Come, estudia y haz la mudanza. Si aún te quedas fuerzas sal un rato a la calle que te de el sol, estás blanca. Me gusta arreglarme y utilizar las nuevas tenacillas. Me pongo un vestido largo y me reúno bajo la droga más intensa que tengo ahora mismo, él. Más apuntes, joder. Estudiamos juntas. APRUEBO CAMBIO SOCIAL. Te veo sentado en mi silla y haciendo tu trabajo. Es magnífico. Déjame que te narre la lección. Examen. Fácil. Una cerveza? No, mejor un Nestea. Y ahora un pastelito en la Isla. Mudanza. Más y más. Lágrimas derramadas por un malentendido o no tan malentendido. Noche de chino ¡nos ha hecho la cena ahí delante de nuestros ojos! Arráncame la ropa en el portal. Calor. Mucho. Soledad. Mudanza. Y vosotros. Pedro Antonio. Alcohol. Risas. Caídas. Fotos. Casa. Llegó el día de volver a "casa". Antes de que lleguen mis padres, no puedo evitar llorar. Lloro por todo lo que esa casa me ha dado. Bueno y malo. Lloro porque no quiero volver. Y hoy aquí, siento que no es mi casa, que no me siento cómoda. Necesito volver. En tres días iré de nuevo y eso me hace estar feliz. Sí.

viernes, 26 de junio de 2015

Ya termina el curso, un año más.

Miro el calendario y me doy cuenta de que termina otro año más de carrera. Tercero ni más ni menos. Dejo de escribir y me paro a reflexionar, me doy cuenta de que los años están pasando demasiado rápidos. Pero si tengo que ponerme a evaluar uno tras otro, el que más cambios ha tenido ha sido este. En tercero de carrera he experimentado tantas emociones dispares entre sí, pero ha sido mágico. Escribiendo esto no puedo evitar emocionarme por como ha cambiado todo. Nunca des nada por hecho, porque el día que menos te lo esperas puede cambiar absolutamente todo. He aprendido varias lecciones este año, de amistad y amor, entre otras. He crecido como persona. Y estoy contenta por ello, obviamente. Me he dado cuenta de que estoy rodeada de gente maravillosa. La tengo a ella, mi gran compañera desde hace tres años, ella que me ha escuchado cada vez que lo he necesitado. Hemos reído tantas veces juntas, me ha levantado del suelo cuando pensé que mi mundo se acababa por completo... ha sido un salvavidas, y por eso se que será para siempre. Siempre. Y como si fuera un puzzle nació la Diada del Mal. Otra gran persona que se une a mi gran descubrimiento este año. Ese pequeño grupo ha cambiado mi vida para bien, me hacen reír con las grabaciones y los tutoriales. Es genial. Además de mi rubio y mi pelirroja. Y por supuesto, él. Cuando menos te lo esperas, llega alguien que te abraza y te ayuda a que tu corazón sane y deje de sangrar, comience a bombear aún más fuerte y funcione mucho mejor que antes. 

En resumen, un tercer año de carrera mágico. Increíble. Empezó siendo lo peor, eso lo tengo en cuenta, sí. Pero ha terminado lleno de sorpresas que a día de hoy consiguen que sea un poquito más feliz y que crea que todo lo malo se compensa con mucho bueno (ooou yeah). Y si ya termina otro año más de carrera, quiere decir que este blog tiene ya también tres años. Felicidades. 

lunes, 15 de junio de 2015

¿Te puedo preguntar algo? Adelante.





¿Así de repente? 
Sí, como la vida misma, de la noche a la mañana, sin quererlo o buscarlo.
¿Cuánto hace ya? 
Dos. Sí. Increíble. O no, aún no. Según como se mire.
¿Te gusta? 
Más que comer.
¿Por qué? 
La pregunta más bien sería ¿por qué no?
¿No te da miedo? 
No. Nada. Absolutamente nada.
¿Tienes algo que perder?
No.
¿Y qué ganar?
Mucho.
¿Qué sientes?
Un sin fin de sensaciones. De sentimientos.
¿Es agradable?
El mayor placer que puedo experimentar actualmente.
¿Pero por qué?
Porque es como cuando abres una ventana, entra el viento fresco y roza tu cara. Te sientes renovada así que ahí tienes el quid de la cuestión.
¿Podrías vivir sin ello?
Claro que sí. Pero la cuestión es si quiero o no.
¿Quieres?
Nah. Estoy bien así. Me gusta así ¿por qué prescindir de ello si es posible que funcione?
¿Eres feliz?
Ya era feliz antes obviamente pero sí.
¿Podrías describirlo en unas líneas?
Más que explicarlo, podría dedicarte una mirada llena de lo que yo siento cuando ocurre.
¿No exageras?
No. Tendrías que verlo para saber lo que se siente.
¿Es tu primera vez?
No.
¿Es mejor o peor?
Es diferente.
¿Mejor o peor?
Ya he dicho que no tiene nada que ver pero si pudiera destacar algo diría que es impresionante.
Entonces aceptas que es mejor ¿no?
Si pudiera compararlo con algo, podría darte una respuesta, pero creo que no tiene ni punto de comparación con cualquier otra cosa que ya haya probado.
¿Casualidad?
Tal vez sí. O quizás estaba todo destinado desde aquel día. Bendita secretaría y sus enormes colas.
¿Ahí empezó?
Tal vez sí, tal vez no. Según como lo veas. Es muy subjetiva esa pregunta.
¿Cuánto después?
Bastante.
¿Mereció la pena?
Fue una sorpresa.
¿Bienvenida?
Sin duda.
¿Qué piensas que pasará?
Pase lo que pase, pienso disfrutar cada segundo de esta magnífica experiencia.
¿Una película?
Focus.
¿Unas cervezas?
Me viene bien el día 15. Y otras el 17.
¿Un sentimiento?
Tendría dos, 1 y 12.
¿Un color?
Sin duda, rojo.
¿Lo que más te gusta?
Sonrisas.
¿Y de animal?
Un perro salchicha. Si o sí.
¿Como un gato?
Sí. Aunque más bien es un lobo.
¿Un número?
Varios, casi un año entero.
¿Por qué?
Insisto ¿por qué no? es maravilloso. Oh dios 23. Es el puto número 23 el puto resultado de tanta suma.
¿Acabará?
Sí. No. No lo sé.
¿Buenas noches?
Las mejores.
¿Buenos días?
Extraordinarios.
¿Buenos momentos?
Sí.
¿Todo?
Todo. Absolutamente todo.





domingo, 14 de junio de 2015

La leyenda del hilo rojo

"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente."

jueves, 11 de junio de 2015

Sin sentido #5

Papeles repletos de teorías, de autores. Horas en la biblioteca. Subraya y luego copia a limpio lo que crees que tiene relevancia dentro de todo ese caos. Necesito respirar aire fresco y no el agobio de mi habitación. Hace mucho calor estos días y eso consigue que estudiar se convierta en una tarea de riesgo. Déjate los ojos intentando leer tu propia letra y luego memoriza. Vamos, memoriza todo para luego vomitarlo en el examen del viernes. Las calles de Granada se me hacen pequeñas. La música llena mis oídos y el nudo de mi garganta se hace aún más grande. Estrés, mucho estrés. Pero antes espera. Nos veremos antes de cenar. Un rato. Despejarme es lo que necesito. Calor humano es lo que me proporcionas. Y ahora disfruta de Granada y mejor aún... cierra los ojos. Ábrelos. Estás en un lugar maravilloso. Granada posa a tus pies y la Alhambra y tú os entendéis en tan solo una mirada. Me encanta. Gracias, mil gracias. La sonrisa que conseguiste sacarme con tan solo abrazarme se mantendrá durante toda la noche. Charlas con cerveza y miradas y besos y todo y nada. Cada vez tengo más claro que es lo que quiero ¿y tú? Sin mirar atrás me tiro desde ese avión imaginario. Me encanta la sensación de libertad. La ropa me estorba. Y los besos me sobran. Abro los ojos y los apuntes rodean toda mi cama. Échale horas, y horas, y más horas. Agobio. Llanto desconsolado por miedo a lo desconocido. Whatssap. Risas. Música del 2000 y unas caladas del mejor relajante hasta ahora conocido. Tu ausencia. Mi desesperación. Examen. Más horas de estudio en la cama. Mañana es el gran día. Tengo miedo pero se que a partir de las siete de la tarde tendré mi recompensa. Good luck.

domingo, 7 de junio de 2015

Una noche de domingo me pregunté...

Me gusta sentarme y escuchar música. Me gusta reflexionar sobre mi día a día. Y creo que hoy es una noche perfecta para hacerlo. Me centro en el presente y veo lo que tengo, lo que no. Y es cuando me surgen las dudas. ¿Es así como estoy a gusto? ¿Estoy contenta? ¿Contras? ¿Ventajas? Odio no tener las respuestas absolutas a mis continuas cuestiones. He tenido dos etapas muy buenas, una antes, otra ahora. ¿Cuál es la mejor? No lo sé. Son diferentes, dispares entre sí. Cada una tiene sus cosas buenas y cosas no tan buenas. Pero creo que las dos destacarían más por lo bueno que por lo malo. La cosa es que no sé cuál es la que debo elegir. Sí, elegir. No son complementarias. Son caminos distintos. Y las dos me hacían y me hacen feliz. Pero hay que elegir. La vida está llena de elecciones en las que renunciamos a muchas cosas, personas, lugares, por aceptar algo que creemos que es lo adecuado o lo que nos hará más felices. Tengo un dilema.  Un dilema que lleva un par de días rondándome la cabeza. No hay respuestas en mi mar de preguntas. Y eso es algo que consigue que esté algo inquieta y que tenga la necesidad de escribir, sin revisar lo que relato, como siempre. Quizás así encuentre una respuesta entre lineas. Quien sabe ¿no? Algunas veces creo que se lo que quiero, otras no. Y esa inseguridad impropia de mi me molesta. Quizás esperar me de las respuestas a todo, quizás. Pero creo que en esta ocasión no es tiempo lo que necesito. No. ¿Qué haces si tienes experiencias de dos caminos distintos pero no sabes con cuál quedarte porque ambos te hacen felices?

miércoles, 3 de junio de 2015

Sin sentido #4

La noche cae. Estoy cantando con el corazón en las manos. Son demasiados apuntes, setenta hojas.

Me encantó la película, quiero ver la segunda. Contigo. Besos. Sentimientos encontrados. Ducha. Mi pelo está demasiado largo, me gusta. Maldito diario. Tengo miedo. No duermo y como poco. Te veo y recupero el aliento, vuelvo a sentarme en las nubes. Abro los ojos. Vaya ventana más pequeña... no tiene nada que ver con la que tengo en Granada. Tacones y ocho kilos de maquillaje. Lágrimas. Graduación. Coche. Móvil. Besos. Abrazos. Miradas encontradas. Café y un pastelito. Ducha. Estudio, más estudio. No puedo dormir y ha entrado lo que quería en el examen. Tú. Yo. Dame la mano, abrázame. Maldito tabú. Me encantas. Uf. Lo ha dicho, lo ha dicho. Y tú también. Se ha desvelado el secreto. Noche en vela pensativa. No puede ser verdad. Vuelvo a sentirme flotando. Es imposible que sea verdad. Soy feliz. Me siento viva. La vida me da otra oportunidad para ser feliz. Apuntes. Café. Poco descanso. Besos. Sueños. Esperanza.

domingo, 31 de mayo de 2015

Relato: Cinco minutos más.

"Mi cabello está enredado. Abro los ojos y puedo ver la ropa por el suelo y a ti a mi lado. Aprovecho que aún sigues dormido para observarte. Mis dedos rozan tu barbilla y mis ojos te devoran en silencio. Sonrío. Soy presa de tus brazos que no me sueltan. Eso me reconforta. Despiertas. Tus ojos embriagadores consiguen que mi corazón se encoja unos segundos y tenga que tomar una bocanada de aire. Tus besos me devuelven el oxígeno que había perdido con tu mirada y es cuando me subo encima tuya y te como a besos. Me vuelvo loca. Tú sonríes. Yo sonrío. Te abrazo y escucho el latido de tu corazón. Crea una bonita sinfonía. Miradas eternas y sonrisas delatadoras que nos revelan el gran placer que solo tu y yo sabemos. Te tienes que ir y justo cuando te incorporas te susurro:
- Cinco minutos más." 

miércoles, 27 de mayo de 2015

Sin sentido #3

Te sientas frente a un papel en blanco. Pones algo de música. Intentas escribir. No sale nada. Tachas una vez, y otra. Borras. Repites. Te cuestionas hasta si has hecho demasiado grande esa "a". Es absurdo ¿desde cuando te preocupa eso? Y ahora te permitirás el lujo de enfadarte y de echarle la culpa a cualquier ser humano que interrumpa tu pequeño caos mental. Qué fácil es echar la culpa a otro y no darte cuenta de que el problema lo tienes realmente tú. Grandioso cuanto menos.

Lo fácil sería encenderte un cigarro y tumbarte en la cama. No pensar y quedarte dormida. Pero no. Es más divertido intentar escribir cuando no sabes qué escribir. Sí. Claro que sí. Eso es. Ánimo.

Hace frío. Tanto que te vuelves a poner los calcetines y te acurrucas bajo las sábanas deseando que termine el día y que empiece otro más. Con la misma rutina. Biblioteca, casa. Casa biblioteca. El tiempo afecta al ser humano. Será eso por lo que no puedes escribir. O simplemente es que no necesitas hacerlo. Todas las necesidades cubiertas tal vez. O no. O sí. No lo sé. No vengo aquí a darte una lección de vida, si no a pegarte una bofetada en la cara para que despiertes. Nada más.

Au revoir.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Está nublado, pero pasará.

Está nublado sí, pero el sol está ahí, entre toda esa nubosidad, te lo prometo. El sol tiene que salir tarde o temprano. No te desesperes. está ahí. Confía en mi. Se por lo que has pasado, se todo el dolor que notas en tu corazón. Lo sé mejor que nadie, yo también lo he sentido. A mi también me han partido el corazón en mil pedazos. Se lo que es tener que recoger tú mismo esos pedazos esparcidos por todo el cuarto. Es duro, y más duro es recomponerlo. Pero van pasando los días, las semanas. Ya no te duele ver una película solo sin compañía. Disfrutas viendo cine tú solo, hartándote de comer chucherías como si no hubiera un mañana. Habrá mañanas en las que añores un mensaje de buenos días, yo para eso, lo que hacía era escribirme en un post-it "buenos días princesa". Para algunos puede parecer ridículo. A mi me llenaba ¿Quien mejor que yo misma para desearme los buenos días? Pronto empezarás a darte cuenta de que no necesitas a nadie para nada. No necesitas que te digan que te quieren, que te aman, o que te queda genial ese vestido. No. Eso te lo dirás tú, y cada día con más fuerza. Es lo más extraordinario que existe, el quererse a uno mismo, el disfrutar con la soledad y el apreciar esa nueva etapa que te brinda la vida. Quizás todo pase por algo, quien sabe. Tal vez te tenían que partir el corazón alguna vez para que te dieras cuenta de lo que quieres, de lo que no.

Llegará un día que te levantes, el sol brille y penetre por las ventanas defectuosas de tu dormitorio, bañen tu rostro y sonrías aún con los ojos cerrados y la mente divagando en terrenos imaginarios. Llegará el día en el que veas todo desde otro punto de vista, que aprecies lo que tienes y que sepas tirar la basura. Aprenderás qué necesitas y que no. Y eso te hace sentirte libre y más lleno aún, aunque sabrás que por el camino perderás cosas y habrá alguna que otra decepción, pero que eso no te frene sino que te siga impulsando a encontrar tu camino.

¡Vamos! ¡Agarra las riendas de tu vida! ahora o nunca. Lucha por lo que quieres, lucha por ser feliz, pero no te obsesiones, todo en exceso es malo ¿a qué esperas? nadie te va a ayudar mejor que tú mismo. Eres increíble, un ser extraordinario y debes demostrarte a ti mismo tantísimas cosas, que el mejor consejo que puedo darte es que te queda una vida entera para poder disfrutar de ti mismo.

Vive, vamos, no tengas miedo a alzar la vista al cielo, las nubes que ves ahora no van a entorpecer el camino que te queda por delante ¿acaso no tienes curiosidad por qué te depara el futuro? es lo que más me gusta de la etapa en la que me encuentro, que no se qué cojones pasará mañana, y eso es lo más excitante de todo esto. Un día puedes estar tranquilo en tu casa, al día siguiente puedes conocer a una persona que vuelva a romperte los esquemas, o mejor aún, puedes conocerte a ti mismo y disfrutar. Se de lo que hablo, confía en mi. Las nubes están ahí, pero tú tienes la fuerza suficiente como para crear un futuro agradable aunque no consigas ver el sol ahora mismo. Te lo prometo.

Y ahora descansa, construye tus sueños mientras duermes y levántate mañana dispuesto a cumplir con cada meta que te propongas.

lunes, 11 de mayo de 2015

¿Qué es lo que veo?

A un ser muy pequeñito acurrucado con una manta de cuadros rojos y negros, y con detalles en dorado. Sí. Es lo que puedo observar. Es un ser tan pequeño que no puedo evitar que me cause miles de emociones encontradas entre sí. No entiendo el por qué, quizás no lo tiene. Puedo ver tranquilidad y a la vez desesperación por no tener el control de todo. Está algo frustrado diría, pero es una frustración que causa placer. Sí, puedo notarlo, sentirlo y tocarlo incluso. Puedo analizar como se siente, como sus palabras no se corresponden con lo que puedo ver. Es divertido. Quiero seguir. Necesito parar, tomar aire y sonreír. Es muy curioso lo que puedo ver. Añoranza, cariño, ternura, pasión. Es cuando me recreo aún más y me dejo llevar por el sinfín de sentimientos que se palpan en el ambiente. También hay alguien grande, una persona llena de vida, llena de ilusiones, de planes sin rumbo, ganas de vivir. Es maravilloso. Es adictivo. Pestañeo unos segundos y vuelvo a rendirme al pacer de la observación, ahora que lo pienso, es muy sociológico todo. Mis profesores estarían orgullosos de mi. Puedo ver un escudo de hierro difícil de penetrar, aunque no me supone ningún problema, sino un reto. Ja ja ja. También puedo observar anhelo ¿pero de qué? no lo sé. Lo único que tengo claro es que me gusta esa sensación y quiero repetirla las veces que me sea posible para poder seguir disfrutándola y sacando mis propias conclusiones, pueden no ser acertadas, maybe, pero, a mi me hace feliz. Punto y final.


viernes, 8 de mayo de 2015

Sin Sentido #2

Y perderé una y mil partidas. Es cuando me lanzo, y no me importa caer, porque si es así, al menos lo he intentado.
Y eso es lo que me gusta, que no me arrepiento de mi pasado y que espero entusiasmada al día de mañana. Las semanas van pasando, el tiempo corre sin esperar a nadie. Cuando quiero darme cuenta, ya tengo fijado los exámenes finales en el calendario que yo misma confeccioné y que está ahí, en mi pared, recordándome que debo volver a poner los pies en la tierra. Sí, he estado volando en nubes de algodón. Ellas me han acariciado, me han hecho el amor una y otra vez, y me han hecho sentir viva. Es cuando se me cae una moneda al suelo y me doy cuenta de que sigo estando en otro planeta. Whatssap. Miles de conversaciones sin sentido plagan mi teléfono, pero mi vista se detiene en una. Es perfecta. Maravillosa. Y me pone de los nervios. Sal, entra. Haz de comer y ahora siéntate e intenta hacer como que estudias. Ah no espera, te apetece salir al balcón y no pensar en nada. Es  cuando oyes al perro ladrar y deseas que se calle con la mirada. Nah, no funciona. Tu cuerpo desnuda danza por ese cuarto lleno de recuerdos. Recuerdas cada beso, cada caricia, cada lágrima derramada, cada hoja de esos apuntes que tomaste el día anterior... Es cuando ves el desastre que hay en tu dormitorio. Entra él, y es cuando te rompe los esquemas. Sales. Estás en la facultad, ah no, ahora rodeada de frikis. No. Miras Granada y admiras su belleza. El viento penetra en tus pulmones y decides cantar una canción. No espera, un cigarro mientras me besas el cuello. Mejor házmelo aquí mismo. Puedo notar el bombeo de tu corazón. Demasiado bonito para ser verdad. Es cuando miras hacia atrás y ves un pequeño gato mirándote, no tiene sentido. Otro café, necesito despertar, el día ha sido duro. Una roque con tomate por favor. Apuntes, trabajos, libros, regalos. Vlogs. Blogs. Tabú. Furia. Daño, dolor, sufrimiento ¿mis patines donde narices están capullo? Se lo que piensas, ni se te ocurra. Minutos de placer encerrados en un dormitorio de Granada. Promesas. Y risas. Muchas risas. No tiene sentido esto que escribo, pero es algo que me encanta. Me doy una vuelta por Granada, con música por supuesto. Es cuando sonrío, reflexiono y me paro en seco. Vuelvo a andar. Estoy cansada, muy cansada. Me echo en mi cama y al rato estoy mirando la pantalla como una imbécil. Mis ojos se iluminan, y no es por la luz de esta. Me levanto. Y vuelvo a ser feliz, al menos por unos minutos. Bueno, no es felicidad exactamente, es algo diferente. Pero me gusta. Mucho. Demasiado. Algo de aguacate, miel y plátano para mi pelo. Se ve divino nena. Ja ja ja. Vuelvo a estar mirando por la ventana, como el sol se esconde tras ese edificio que no se muy bien que narices es. Hace mucho calor en Granada, la búsqueda incesante de pisos ha conseguido que vuelva a casa por los suelos. Creo que me he derretido. O al meno eso pensé en su momento. Ausencia. Espera. Pensamientos. Y luego una película, muere Sirius... qué desgracia. Cama. Facultad y por último, unas caladas de vida, un momento para mi y una película acompañadas de unas tortitas con Nutella. No suelo revisar lo que escribo. Felicidad. Sí. Hola. Adiós.

viernes, 1 de mayo de 2015

El famoso vídeo del hormiguero sobre el amor blablabla.

Hace unos días vi un enlace hacía un vídeo del Hormiguero en el que salían personas anónimas que supuestamente habían tenido un primer amor y del que no se habían podido olvidar, y que en la actualidad, con sus vidas rehechas, recuerdan ese momento como algo especial y único. Hasta ahí comparto lo que pueden llegar a sentir estas personas. Lo que no entiendo, o no me hace gracia es que digan que nadie más les ha hecho sentirse especial, es más en el vídeo podemos observar como, cuando se reencuentran, "vuelve a surgir el amor". O sea, personas supuestamente casadas, no pueden evitar besar al primer amor que tienen delante. Discreeeeeepo muchísimo.

 A ver, yo también me he enamorado, pero no por ello creo que no vaya a llegar otra persona que me llene muchísimo más de lo que me llenó en su momento él. Es más creo que si me pones delante a la persona de la que me enamoré le pegaría un cate por ser un capullo. Quizás puede estar relacionado por como terminó esa pareja, quizás si acabaron bien podría haber cierta complicidad, no lo niego, pero de ahí a besarse teniendo cada uno sus respectivas parejas... me parece una falta de respeto enorme. Una chica que sale en el vídeo suelta algo como "yo es que aún estando casada pienso en él, blablabla" chiquilla, si piensas en tu "primer amor" ¿me puedes decir qué cojones estás haciendo con otra persona? Esa persona tendrá sentimientos hacía ti y tú no tienes nada mejor que decir algo así ¿no? No sé, tengo varios amigos en FB que han publicado este vídeo con una bonita sonrisa, pero a mi no me hace gracia. Ya no solo porque se juegue de esa manera con los sentimientos de las parejas de los protagonistas que salen en el vídeo, sino porque no me lo creo. Yo me pongo en su tesitura, teniendo pareja actualmente, por ejemplo, y veo a mi chico en la televisión diciendo "es que mi primer amor, fue algo único y bueh lo echo de menos, no puedo dejar de pensar en ella" y os puedo asegurar que cojo y me lo cargo. Porque si tanto ama a esa persona pasada ¿qué cojones hace conmigo en el presente? ARG! me ha mosqueado un poco bastante.


Creo que el primer amor es único, hasta ahí nos entendemos, pero no por ello deberíamos negar que otra persona consiga hacernos sentir igual o incluso mejor. Yo creo en el amor gradual. Tengo la certeza de que todos hemos tenido un primer amor (y no el único) porque es necesario para saber qué es lo que queremos y que es lo que no. Yo desde mi experiencia podría decir que he estado enamorada, mucho además, y me partieron el corazón en dos, sin tacto ninguno, y estoy segura de que aunque lo tuviera delante, no sentiría necesidad de besarme con él. Como mucho le doy la mano y poco más. El primer amor es algo precioso, sí, pero creo que no deberíamos obsesionarnos con la idea de que por ser el primero es mejor, no. Simplemente es una experiencia primeriza que te prepara para el resto. Al menos así lo veo yo. Pero bueno que cada uno piense lo que quiera, pero quería dejar claro que no comparto el mensaje de ese vídeo para nada.


http://www.antena3.com/programas/el-hormiguero/momentos/que-harias-volvieras-encontrarte-amor-vida_2015042300400.html

miércoles, 29 de abril de 2015

Ese momento en el que necesitas escribir algo pero no te sale nada.

Ese momento en el que tienes ganas de plasmar algo que llevas dentro de ti pero no encuentras las palabras indicadas. O quizás no sean las palabras, tal vez tenga más que ver con la opinión que puedan tener los lectores que te siguen día tras día en cada post. O quien sabe. Quizás tengas vergüenza, o no sepas muy bien qué cojones es lo que quieres plasmar en un blog. Podría ser mero capricho para saciar ese ego de protagonismo que tienes en tu interior. O simplemente porque te apetece hacerlo, llevas más de 12 años escribiendo cosas sin sentido ¿por qué no seguir? No lo sé. Pero es algo que me pasa desde hace unas semanas y es un hecho que se repite una y otra vez. 
Me siento en la silla que me regalaron mis padres por reyes, pongo música, luz tenue y decido escribir. Miles de dudas acechan mi mente cansada, borro una y otra vez. No consigo plasmar lo que tengo dentro. No sé por qué, es algo que se me escapa de las manos, muchas veces he llegado a pensar que no lo conseguiré, pero encuentro otra vía diferente para desahogarme. Me miro al espejo, con música de fondo y ahí es donde sin decir nada, solo mirándome a los ojos, es cuando encuentro lo que quiero decir. Mis ojos son delatadores, es algo que siempre me han dicho. Puedo conseguir transmitir tantísimo por ellos que incluso me asusta a la par que me encanta. 

Creo que la tormenta ya se ha disipado, no en su totalidad, pero en gran parte. Eso me hace sentir viva. las nubes se están despejando y puedo observar como unos tímidos rayos de sol atraviesan las pequeñas nubosidades que, perezosas, no han querido moverse para dar paso a un nuevo día, una nueva vida. 

El cielo se tiñe de un color rosado. Como mis mejillas cuando sonrío. Puedo cerrar los ojos y coger aire. Lo necesitaba. Es agradable. La tormenta ha pasado, ahora así estoy segura. El cielo es esponjoso, podría darle un pequeño bocado y saciar mis ganas de algo dulce. 

Con la ayuda del viento, el cielo se despeja y da lugar a un sinfín de oportunidades, oportunidades que pienso aprovechar una tras otra. 





lunes, 27 de abril de 2015

Sin sentido #1

No intentes frenar el impulso de tus dedos sobre el teclado del ordenador. 

Quizás sería despertar una mañana empapada en sudor después de horas disfrutando de uno de los mayores placeres de esta vida. O tal vez saboreando un helado. Déjate de tonterías. Recapitula. Exacto, enciende ese tubo de cáncer y cierra los ojos. Deja que penetre el humo en tu interior y ahora expúlsalo. Tienes el delineado corrido. No importa. Una mala noche tal vez. El cuarto está impoluto ¿qué cojones? sigue con ese libro ausente en tu mesilla de noche. Acaba ese maldito trabajo y ahora cierra los ojos. Sigues aquí, conmigo, contigo. La cerveza no está lo suficientemente fría. O sí. El carmín de mis labios tiñen tu cuello y mis dudas se disipan con una única mirada. Es entonces cuando vuelvo a abrir los ojos. Estoy en la bañera. Llena de espuma. El agua está fría y mi delineado sigue corrido. Más marcas que un animal que va al matadero. No me importa. Miras el móvil, demasiados whatssaps. Te tumbas en la cama y miras a la nada por esa ventana que da a unas ruinas. Sonríes. Has ganado la partida, y no solo una vez. Varias. Nada tiene sentido o sí. Todo dependerá de la manera en que interpretes mis palabras. Eso es lo divertido de improvisar. Quizás te esté tomando el pelo o quizás no.

miércoles, 22 de abril de 2015

Es toda una suerte

Despiertas y te das cuenta de que sigues viva. 
Es toda una suerte..
Te desperezas y notas el calor humano.
Es toda una suerte...
Te dejas hacer y eso consigue sacarte una sonrisa
Es toda una suerte...
Te levantas y te quedas mirando al infinito 
Es toda una suerte...
Piensas, reflexionas y tuiteas
Es toda una suerte...
Remueves el café en esa taza que tanto te gusta
Es toda una suerte...
Te vistes, miras por la ventana y decides ir a la universidad
Es toda una suerte...

Porque en esta vida, cualquier acto cotidiano que consiga que sigamos vivos, que nos mantengan activos y que nos haga sentir útiles, podría ser considerado como una suerte. Desde esas ojeras de no haber podido dormir bien, hasta esos besos robados y caricias prohibidas. El enfado de tu mejor amiga o esa pelea con tu hermana. Cada día es un regalo, cada despertar es una nueva oportunidad de seguir luchando por lo que quiero, y por eso pienso, que todo es una suerte, suerte de la que al fin y al cabo, formo parte. 

miércoles, 15 de abril de 2015

5 meses de cambios, versión 3.0

Ha cambiado todo en tan poco tiempo que parece que todo lo que he vivido antes, no ha existido ¿es bueno eso? realmente no estoy segura, pero lo único de lo que tengo certeza es de que ahora estoy mucho más a gusto, en todos los sentidos.

En decenas de ocasiones he necesitado plasmar tantas cosas en una hoja de papel que me sorprende. Plasmar la felicidad, dejar constancia de esta nueva etapa de mi vida, escribir sobre los cambios que he dado como persona y como mujer. Creo que de todo lo vivido en estos cinco meses, es eso de lo que estoy más contenta. De mi misma, de mis logros. De mis infinitas aventuras conmigo misma. Recuerdo como a principios de año hacia una lista de propósitos con un amigo, jamás había hecho algo así, y estoy viendo como cada uno de ellos los estoy cumpliendo religiosamente. Es algo que me encanta.

Estoy disfrutando tantísimo ahora, cualquier cosa me hace feliz, estar sola en mi cuarto, cantar, salir a correr, ir al cine e incluso estudiar. Todo ha cambiado, ha sido un proceso duro, muy duro, pero ahora veo la luz, y es una luz que promete estar mucho tiempo encendida, y si se le ocurre apagarse, ya estaré yo emitirla de mi misma. Estoy segura de ello, lo sé. Al final voy a tener que dar gracias a mis desgracias pasadas por hacerme más fuerte y conseguir que sea quien soy ahora. Muchos me dicen "Ana 3.0" yo siempre repito una frase que me calqué en la mente para siempre...
¿Ahora? soy una versión mejorada de mi misma. 

Siempre he sido yo la que he envidiado a la gente, los veía y siempre quería ser feliz, o alcanzar cierta madurez en unos aspectos como ellos, pero ahora las tornas se han cambiado, han llegado a decirme "envidio la entereza que tienes, la perseverancia y la fuerza para superar los problemas". En mis 22 años jamás me habían dicho algo así, y cuando pasó me sorprendí para bien. Miré dentro de mi y me dije "ahora sí Ana". 


Orgullosa de quien soy, con la cabeza bien alta y con ganas de vivir, de amar, de besar, de bailar, de sentir de seguir subiendo esta escalera de la vida, estoy preparada para todo lo que venga. Pero lo más divertido y lo que me hace levantarme todos los días con una gran sonrisa es la frase de....

Lo que más me gusta de esta nueva etapa es que no sé qué es lo que me va a deparar el futuro, y eso me encanta. No saber qué pasará mañana, no saber donde viviré ni a quien amaré. Es lo que me hace seguir sintiendo pasión por la vida. 



jueves, 2 de abril de 2015

Relato improvisado.

Decidió abrir las ventanas y sentarse a disfrutar del tiempo. Dio un par de caladas de alegría y decidió poner música. Su mente vagó a lugares insospechados, las fronteras se abrieron ante ella y decidió entrar. Pudo ver un mundo lleno de color, de magia y diversión, de amor, de buenos momentos. Se encontró un pequeño lago, decidió acercarse y acariciar el agua con los dedos de su pie. Estaba fría, pero aquello era excitante. Decidió nadar. Y así lo hizo, iba desnuda, aunque un anillo conseguía decorar su mano izquierda y conseguir que se sintiera plena. El agua estaba fría, como había podido comprobar antes. Aún así aquello no le importó, se sumergió y escuchó el sonido de su corazón. Latía con fuerza, cerró los ojos y decidió dejarse llevar. Fue cuando se despertó en la playa, la arena era blanca y en sus manos yacía una carta, el 6 de corazones. La miró y sonrió. Se levantó y consiguió observar el mar. No sabía como había llegado allí pero le gustaba la sensación. Seguía desnuda y no tuvo miedo ni vergüenza sino una gran satisfacción que brotaba de su interior. Cerró los ojos y allí estaba él, sus cuerpos se unían formando una perfecta melodía de acordes infinitos. Su aliento, sus ojos oscuros y su pelo. Se giró y estaba en un sofá, sola y tapada con una manta ¿y ahora? fue entonces cuando aparecieron unas tortitas con nutella encima de la mesa.  Sin preguntarse el por qué comenzó a comer, estaban deliciosas. El chocolate era como una droga para ella. Decidió observar donde estaba, había muebles viejos y marcas de pasión en ellos, se giró y pudo contemplar un espejo. Se podía ver a sí misma triste, hundida y tirada ¿qué ocurre? nada. La imagen comenzó a variar, se veía levantándose y se sorprendió cuando pudo ver las cicatrices en su pecho. Aún así, esa chica del espejo sonreía. Fue cuando decidió romper el espejo. Los pedazos inundaron el lugar con una melodía continua y desagradable. Hace frío. Estaba en una montaña, no paraba de nevar y ella solo llevaba un pequeño abrigo y un par de botas viejas. Miro a su alrededor y decidió gritar ¡nunca te rindas! y sin darse cuenta, comenzó a caer, un nudo subió rápidamente a su garganta, estaba flotando en el aire ¡estaba tirándose desde un jodido avión! podía saborear la adrenalina como el mayor de los orgasmos. Gritó de nuevo ¡sí, sí, sí! Cayó, notó el golpe y se despertó en un autobús. Había una pareja de ancianos que no dejaba de mirarse, ella miró su móvil y pudo ver las diferentes actualizaciones de su Facebook. Sonrisa dislumbrante 
¡Whatssap! "Dentro de media hora estoy en tu casa, te quiero". 
No tardó en darse una ducha y volvió a darse cuenta de lo a gusto que estaba. No tardó en pintarse y ponerse el vestido más bonito que encontró. Entre risas e historias interminables, se acurrucaron en aquel sofá, en aquella casa, en aquel salón. Se fue. Fue divertido. Estaba en un coche montada ¿vamos a comer? preguntó ella. Comieron e hicieron el amor una y otra vez. Volvió a despertar, esta vez en el cesped. La luna llenaba aquel cielo oscuro y la música no dejaba de sonar, miró a su alrededor y no había nada, más que la plena oscuridad de una noche de primavera. Se levantó para poder saber donde estaba y pudo ver un espejo ¡esos pantalones, vamos! las dos se probaron esos pantalones frente al espejo, bailaron y rieron. Un abrazo interminable y una mirada cómplice. Un par de cafés y un cigarro, un portátil y el libro de la facultad. Se despidió y volvió a casa, estaba feliz. Abrió la puerta y fue cuando despertó, ahí seguía, en el suelo de su dormitorio observando la nada por su ventana y con un libro entre sus manos. La historia de su vida. 

domingo, 15 de marzo de 2015

¿Qué es lo que ha cambiado?

¿Qué es lo que ha cambiado? Quizás debería replantearme la pregunta a ¿qué no ha cambiado? la esencia ¿tal vez? ¿Acaso deberíamos pararnos y observar como una persona va cambiando en cuanto a mentalidad y a la manera de hacer las cosas? Cuando crees conocer a alguien, quizás puedas sorprenderte y no estar tan seguro de creer como era.

Decides coger el diario de tu vida de hace unos siete años. Lo lees y no eres capaz de sentir orgullo hacia ti. Vas pensando en lo que ha podido cambiar para que ahora no te sientas así. Observas los diferentes acontecimientos que se dieron en tu vida y empiezas a entenderlo mejor. Comprendes que todo pasa por algo, o no, quizás sea una falacia del ser humano para concienciarse y entender los malos momentos. Desde mi punto de vista, las cosas pasan por algo, quizás tengas tú la culpa o no, pero lo que importa es que hay que aceptarlas y no desesperarse por buscarle una explicación que nos exima de la culpa. Habrá que aceptar las decepciones así como el dolor de un amor pasado, y la alegría de una nueva amistad, una cita, una noche loca...

La vida en sí es eso, un eterno cambio hacia mejor, o no. En mi caso sí que he experimentado un cambio hacia mejor. Sigues leyendo en ese diario y ves a una chica insegura y egoísta pero decides adelantar un poco las páginas y observas como todo ha cambiado. Como esa chica insegura se mira al espejo y se pinta los ojos sin temblar. Se viste sin dudar y piensa sin cuestionarse su mera existencia.

¿Qué es lo que ha cambiado me dirás? ¿para qué preguntarse continuamente por todo y no dejarse llevar por el momento?
 Dejar de cuestionarse continuamente si algo ha cambiado o no y comenzar a vivir sin preocupaciones, pero eso sí, consecuentemente. La vida está para vivirla.
Y si alguien te pregunta ¿por qué ahora eres así?has cambiado, no eres la misma persona... Lo que yo hago es limitarme a sonreír y a decir "soy una versión, quizás mejorada de mi misma, o quizás no, lo único que importa es que estoy viviendo y soy yo".







martes, 3 de marzo de 2015

Ha sido un viaje muy difícil

Ha sido un viaje muy difícil. Desde la adolescencia y la universidad hasta la vida adulta. He perdido a muchos amigos. He tenido que decir adiós a personas que pensé que estarían en mi vida para siempre, personas que en las que pensé que podía confiar con los ojos cerrados.
Siempre me digo a mí misma: “¿Son estas personas las que quiero en mi vida? ¿Personas que podrían mentirme, engañarme y hacerme daño? Y de esta manera me recuerdo a mí misma que no perdí nada. Puede que extrañe sus compañías de vez en cuando. Puede que vea algo en la calle que sé que encontrarían increíble y detecte una punzada en mi corazón. Lo admito. Pero ese dolor momentáneo se compensa con el hecho de que, al dejarlos ir, dejé de sentir el sufrimiento que esas personas me provocaban.
Y por eso no voy a darte una segunda oportunidad. Nunca lo haré.

Porque si te doy una segunda oportunidad y la cagas de nuevo, es mi culpa, no la tuya. Y no estoy dispuesta a que eso pase.
Si pasas por encima de mí una vez, la culpa es tuya. Pero si lo haces dos veces, la culpa es mía. La primera vez que una persona te apuñala por la espalda, no pudiste verlo venir… pero la segunda vez, no tienes ninguna excusa. Si perdonas a alguien de haberte engañado y haberte hecho sufrir, sólo vas a invitar a esa persona a hacerlo de nuevo.

No puedo permitir eso en mi vida. No voy a a perdonarte sólo porque tú no me supiste valorar. Puedo vivir con el dolor que viene con que te mientan o engañen, pero no puedo vivir con esas mismas heridas reabriéndose constantemente porque decidí perdonarte. 
Porque sé lo que eres capaz de hacer.

Has demostrado que eres capaz de hacer cosas realmente terribles a alguien que supuestamente te preocupa. Has demostrado que eres capaz de hacerle daño a la gente más cercana a ti y no voy a estar expuesta a ese tipo de toxicidad.
Porque cuando rompes el corazón de alguien, realmente nunca sana.
Un corazón roto puede ser reparado, pero ese corazón nunca estará completo, por lo menos no del todo.
Esos malos momentos siempre dejarán cicatrices. Si eres una persona que se suma a esas cicatrices… Nunca te voy a dar una oportunidad de hacerlo de nuevo.

Porque no tiene sentido perdonar a alguien, cuando realmente no voy a poder olvidar.
Como la mayoría de las mujeres, tengo una excelente memoria. Una mujer no olvida las cosas, sobre todo cuando esas cosas implican ser traicionado. Dicen que hay que perdonar y olvidar. A la mierda eso, nunca voy a olvidar lo que me hiciste y, por lo tanto, no voy a perdonarte.
No te voy a dar una segunda oportunidad, porque no te la mereces.
Porque merezco primeras oportunidades, no segundas. Y sé que hay alguien ahí afuera esperándola. Alguien que sabrá valorarla.
Y ese no eres tú.

Fuente: 
S.N (s.f) descargado de http://www.upsocl.com/mujer/por-que-no-te-voy-a-dar-nunca-una-segunda-oportunidad/

miércoles, 25 de febrero de 2015

Recuerdos

Mirada perdida, en otro lugar, otro momento. Suspiros mil y el corazón dividido en dos. Aún podía sentirte, aún conseguía cerrar los ojos y notar tus labios en mi piel, tus brazos rodear mi cintura y tu aliento acariciar mi nuca. 

 - Por favor, di algo o me vas a perder.

Silencio. Silencio demoledor. El jarrón de cristal estalló contra el suelo, consiguiendo que sus múltiples cristales rotos lo llenasen en un infierno letal. Las lágrimas caen lentamente, me arrodillo e intento coger aire, el corazón se me ha parado, no sé qué hacer. Es una sensación desgarradora. Me asfixio. Mis ojos se cierran empapados en lágrimas, de repente me veo desnuda en un mar de lágrimas y cristales rotos, además de un corazón dividido en dos. 
La angustia se apodera de mi, me siento desprotegida... tanto que creo que no volveré a  ser yo nunca más. Pero es cuando escucho una voz de fondo, una voz familiar, consigue levantarme y abrazarme. Mi estado es deplorable, lamentable, patético. 
Me mete en la ducha, deja que el agua caía por mi cuerpo muerto, y me quedo profundamente dormida. 
Cuando mis ojos se vuelven a abrir estoy en un lugar diferente, la miro e intento pensar qué es lo que estaba pasando. Solo fue una pesadilla, la gran pesadilla del pasado, el pasado doloroso. Me sentía protegida, con mi té entre mis manos, me senté en la cama y comencé a leer, la historia de mi vida, sin preocuparme por nada más. Notaba aún un dolor en el pecho, pero ya no me ahogaba, ya estaba todo mucho mejor, tenía la mejor compañía. Me levanté y anduve por mi casa ataviada con una vieja camiseta y los pies desnudos tanteaban el frío suelo de mi casa. No pude evitar sonreír y poner música. Dejarme llevar por ella y no pensar, dejar la mente en blanco. 
Con mi té aún en las manos, me dirigí hacía la ventana y miré al cielo, respiré hondo, aún me dolía el corazón pero podía soportarlo, al menos por ahora. Decidí sentarme en el suelo y cerrar los ojos, dejarme llevar por la música y soñar. 

lunes, 16 de febrero de 2015

El vestido rojo

No sé por donde empezar, no sé exactamente qué es lo que quiero plasmar hoy aquí, lo único que tengo claro es que necesito que mis dedos fluyan al ritmo de una canción suave y llena de emociones.



Paseaba con su vestido rojo por mitad de la calle, no podía dejar de mirar a su alrededor, 
se sentía desprotegida, quizás hacía demasiado frío para llevar ese vestido, 
aunque en el fondo,
 no le importaba. 


Andaba por aquellas estrechas calles sin dejar de sonreír. 
Fue entonces cuando tropezó y se calló. 
Nadie se acercó para ayudarla. 
El vestido se volvió marrón. 
Tras unos minutos de  desesperación al ver la pasividad de las personas que la vieron en el suelo, 
se levantó. 

Llegó a casa y se quitó el vestido. 
Enojada decidió que la mejor opción sería tirarlo a la basura. 
Y eso fue lo que hizo. 

La luz entró por su balcón a la mañana siguiente.
Mientras desayunaba y leía un libro, no pudo evitar fijarse en el vestido rojo. 
Ahí estaba, en la basura, manchado. 
Tras observarlo pensativa, pensó que no debía ser ese su destino. 
Lo recogió de la basura y lo metió en la lavadora. 

Al día siguiente, decidió pasear por las calles de Granada,
decidió escoger su vestido favorito, el rojo. Y se dio cuenta de algo...

No importa si se mancha una y otra vez, porque es lo que lo hace especial de una manera u otra. 
Era feliz con ese vestido y estaba segura que la próxima vez que se lo volviera a poner, nuevas aventuras y desventuras la acompañarían. 





Ana Escudero

sábado, 7 de febrero de 2015

Ella

Ella. La conocí hará unos dos años, un veinti... algo de septiembre del 2012. Estaba sentada con sus cascos escuchando música y sentada en donde yo. Sin pensármelo dos veces le hablé. Intercambiamos un par de frases típicas:

- ¡Ey! ¿Eres de Granada? ¿Eres nueva no?
- Sí soy de Granada (...)

Una conversación que cambiaría el transcurso de mi vida de una manera u otra. Conforme fueron pasando los meses nuestra complicidad aumentaba, aunque no fue hasta el año 2013 en el que ella y yo conectamos mucho mejor que con otra persona de la clase. Nos reíamos sin parar, hablábamos durante horas, nos mandábamos audios cantando y haciendo el tonto. Nos contábamos nuestras penas, nuestros miedos y nuestros sueños... A día de hoy, ya 2015, siento que es una amistad verdadera, es única, maravillosa... es como mi hermana. Ha estado ahí en los momentos más duros de mi vida, me ha dado buenos consejos y me ha tratado como hacía mucho que no me trataban... Ella ha conseguido que levante la cabeza cuando todo lo veía gris y eso es lo que la hace única y especial. Las malas lenguas dicen que es mala, pues mira... es la mala más buena que he conocido en mi vida y estoy muy orgullosa de confiar en ella.

Espero que estos años de carrera no sea lo único que hagamos juntas, aunque ya tenemos algún que otro viajecito pendiente y Madrid... Hoy me despido del blog con una sonrisa que no me cabe en la cara, gracias, muchas gracias, te quiero un montón.

Y recuerda... What does the fox say?


domingo, 1 de febrero de 2015

Renaciendo de mis propias cenizas

Hoy me he dado cuenta de algo muy importante, he renacido de mis propias cenizas cual fénix. 


Estaba hablando con un amigo y me ha hecho ver que es cierto, no lo había visto nunca de esa manera. He estado totalmente hundida durante varios meses en un pozo del que no había tan siquiera una luz que me diera la esperanza de ver una salida. He estado en ese pozo durante meses insisto, han sido los meses más dolorosos de mis 22 años... no era más que decepciones por un lado, por otro, amigos, pareja, familia... 

Pero hubo un día, en el que me di cuenta de que tenía que escalar aunque no hubiera luz. Tenía que subir aunque me costara la vida misma. Poco a poco conseguía alcanzar el final de aquel pozo, pero de repente, volvían a pegarme una patada para intentar arrastrarme al fondo de nuevo, pero no, eso ya no funcionaba ¿por qué? porque mi fuerza interior era tal que me ayudaba a no caer al fondo, sino a deslizarme unos metros más abajo simplemente.

Seguí subiendo, mi piel estaba ennegrecida de vivir en aquel lugar. Subí, decaí un par de veces, pero eso solo conseguía que tuviera más ganas de llegar hasta el final. Fue entonces cuando alcancé la entrada de ese pozo, la luz consiguió cegarme, noté como unas alas brotaban de mi espalda, era un dolor placentero, era una experiencia totalmente novedosa para mi. Decidí tomarme mi tiempo, me senté en el borde de aquel pozo y esperé a poder abrir bien los ojos. 
Pude notar el sonido de una canción que retumbaba en mi cabeza, fue entonces cuando decidí levantarme, miré hacia el sol y decidí dejarme llevar. Sin darme cuenta, mi cuerpo se elevó hasta lo más alto, me sentía libre, totalmente transparente y ajena a todo. Disfrutaba como nunca de esa nueva experiencia. Era totalmente nueva para mi, nueva y fantástica. 

Hubo un momento en el que me dejé caer. No podía parar de sonreír.  Notaba como el viento me acariciaba mi rostro y mi cuerpo desnudo mientras seguía cayendo. Fue entonces cuando con un pie logré acariciar el césped recién cortado y volví a abrir los ojos. 

Pude notar como la felicidad brotaba de cada poro de mi piel, pude experimentar un amor enorme hacia todo lo que me rodeaba. Corrí por aquel prado sin mirar hacia atrás y con una sonrisa enorme. 

Corrí sin parar gritando y fue cuando dos lágrimas recorrieron mi rostro. Me detuve. Y fue cuando me dije a mi misma:

"Hola Ana ¿dónde estabas?"

martes, 20 de enero de 2015

Una relación es de dos, no es tu deber salvar a tu pareja

Todas las noches me digo a mí misma que no vales la pena. No te mereces el esfuerzo que yo hago. No te mereces mi tiempo. No te mereces mis pensamientos. No te mereces mis lágrimas. Pero todas las mañanas despierto y me digo a mí misma, quizás hoy, todo cambiará. Quizás hoy día te puedo arreglar.
Yo sé que estás mal. Lo supe desde el momento en que te conocí. Lo sentí en tus besos. Como desesperadamente buscas a alguien que te entienda, que te ame y que acepte tus defectos. Pero tú no lo aceptas y no me lo reconoces. Yo sé el miedo que le tienes a quedar solo, a quedar suspendido en el momento para siempre y preguntarte qué hubiera pasado si te hubieras dejado caer. Le tienes tanto miedo a quedar herido por culpa del amor porque en el fondo sabes que no eres lo suficientemente fuerte.
No serías capaz de manejar ese dolor e incertidumbre causados por no entender por qué no eres lo suficientemente bueno para esa persona a quien tu tanto querías. Así que eres tú quien se va. Tu eres el que termina las relaciones. Eres tú el que huye de esas “casi” relaciones sin alcanzar a pestañear. Yo hice todo mi esfuerzo por salvarte. Yo quería hacerte sentir querido y seguro. Yo quiero que te sientas seguro de las cosas. Yo me permanecí contigo aunque todos me dijeran que era una mala idea. Yo seguí contigo porque sé que te puedo ayudar. Yo puedo recoger las piezas de tu alma quebrada.

Tú me contaste tus historias y yo te conté las mías. Estábamos lográndolo. Lo íbamos a lograr. Teníamos planes. Tu me tenías a mí. Pero al parecer, yo no te tenía a ti. O por lo menos no por completo. Tenía sólo unos fragmentos de tu amor. Yo estaba completando el rompecabezas pero tú no me querías dar las piezas que faltaban. Para completarte, yo tuve que dejar partes de mí. Yo me estaba desarmando para completarte y en vez de mantenerme firme, tú hiciste lo que mejor sabes hacer. Dejarlo todo.
No sé que pasó. Quizás, yo no era suficiente para ti. O quizás, tú no eras suficiente para mí.
Algo salió mal y yo tuve que despertar con la noticia de que estabas saliendo con otra. Y ahora soy yo la que quedo en pedazos. Y estaba tratando de levantarme de las cenizas en las que me dejaste cuando lo entendí: no puedes arreglar a las personas que no creen que lo necesitan. No puedes hacerte cargo de las personas que no han asumido que les falta algo en sus vidas. Tienen que hacerlo ellas mismas.

Artículo escrito por Mary Allain para Thought Catalog descargado de http://www.upsocl.com/mujer/simplemente-no-te-puedo-arreglar/  


lunes, 19 de enero de 2015

¡Hola!

Buenas tardes ¿cómo va todo? Me levanto por las mañanas con una sonrisa que no logro borrar. Es una sensación nueva para mi. Me siento bien pese a que siguen pasando cosas bastante malas que hundirían a cualquiera, pero no sé que me pasa, pero tengo una fuerza interior demasiado grande. Me sorprende a la par que no paro de alimentar para que no cese de crecer.

La vida en general sigue siendo dura pero soy feliz. Estoy bien, hay veces que mi corazón se encoge al recordar pero estoy segura de que cada vez irá doliendo menos.

Pienso que me partieron y pisotearon el corazón, la energía que yo tenía, pero eso se acabó. Mi corazón sigue hecho mil pedazos, sí, pero yo misma me estoy encargando de arreglarlo y hacerlo aún más fuerte y grande de lo que ya era por aquel entonces hará unos meses. Pero está sanando, demasiado rápido quizás. Pero estoy bien, muy bien, de verdad.

La vida me está demostrando muchas cosas, estoy aprendiendo más que nunca, soy una persona totalmente nueva a quien era unos meses atrás. Me sorprendo tantísimo que ¡no puedo evitar sonreír todo el rato!
Se a quien quiero a mi lado, lo tengo más claro que nunca, pero sobretodo, se que me quiero a mi misma, a mi lado, solo yo. Es maravillosa esta nueva experiencia que me está regalando la vida.

Aunque me pisen una y otra vez, no podrán conmigo, eso lo puedo asegurar.

miércoles, 14 de enero de 2015

Seguidores