martes, 7 de julio de 2015

Sin sentido #6

Se acabó. Saboreo la victoria del trabajo bien hecho. Puedo notar con tan solo mirarme en el espejo, el cansancio que denota mi rostro. Pero también observo en él muchas otras cosas. Echo la vista atrás y veo unas semanas de agobio constante, de estudio continuo y de risas en el cuarto de mi mejor amiga. Calor. Mucho calor. Demasiado. Es insoportable hasta para poder relajarse un rato viendo una serie. Hoy escribo desde otro lado. No me gusta. Pero es lo que hay. Aquí me faltan cosas. Muchas. Ella y él. Él y ella. Allí tenía tantas cosas que aquí no... Echaré de menos mi ventana, mi pequeño balcón. Me gustaba sentarme y fumar mientras pensaba en el sentido de nuestra existencia. O de lo que me iba a poner al día siguiente para ir a cenar. Come, estudia y haz la mudanza. Si aún te quedas fuerzas sal un rato a la calle que te de el sol, estás blanca. Me gusta arreglarme y utilizar las nuevas tenacillas. Me pongo un vestido largo y me reúno bajo la droga más intensa que tengo ahora mismo, él. Más apuntes, joder. Estudiamos juntas. APRUEBO CAMBIO SOCIAL. Te veo sentado en mi silla y haciendo tu trabajo. Es magnífico. Déjame que te narre la lección. Examen. Fácil. Una cerveza? No, mejor un Nestea. Y ahora un pastelito en la Isla. Mudanza. Más y más. Lágrimas derramadas por un malentendido o no tan malentendido. Noche de chino ¡nos ha hecho la cena ahí delante de nuestros ojos! Arráncame la ropa en el portal. Calor. Mucho. Soledad. Mudanza. Y vosotros. Pedro Antonio. Alcohol. Risas. Caídas. Fotos. Casa. Llegó el día de volver a "casa". Antes de que lleguen mis padres, no puedo evitar llorar. Lloro por todo lo que esa casa me ha dado. Bueno y malo. Lloro porque no quiero volver. Y hoy aquí, siento que no es mi casa, que no me siento cómoda. Necesito volver. En tres días iré de nuevo y eso me hace estar feliz. Sí.

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