viernes, 26 de junio de 2015

Ya termina el curso, un año más.

Miro el calendario y me doy cuenta de que termina otro año más de carrera. Tercero ni más ni menos. Dejo de escribir y me paro a reflexionar, me doy cuenta de que los años están pasando demasiado rápidos. Pero si tengo que ponerme a evaluar uno tras otro, el que más cambios ha tenido ha sido este. En tercero de carrera he experimentado tantas emociones dispares entre sí, pero ha sido mágico. Escribiendo esto no puedo evitar emocionarme por como ha cambiado todo. Nunca des nada por hecho, porque el día que menos te lo esperas puede cambiar absolutamente todo. He aprendido varias lecciones este año, de amistad y amor, entre otras. He crecido como persona. Y estoy contenta por ello, obviamente. Me he dado cuenta de que estoy rodeada de gente maravillosa. La tengo a ella, mi gran compañera desde hace tres años, ella que me ha escuchado cada vez que lo he necesitado. Hemos reído tantas veces juntas, me ha levantado del suelo cuando pensé que mi mundo se acababa por completo... ha sido un salvavidas, y por eso se que será para siempre. Siempre. Y como si fuera un puzzle nació la Diada del Mal. Otra gran persona que se une a mi gran descubrimiento este año. Ese pequeño grupo ha cambiado mi vida para bien, me hacen reír con las grabaciones y los tutoriales. Es genial. Además de mi rubio y mi pelirroja. Y por supuesto, él. Cuando menos te lo esperas, llega alguien que te abraza y te ayuda a que tu corazón sane y deje de sangrar, comience a bombear aún más fuerte y funcione mucho mejor que antes. 

En resumen, un tercer año de carrera mágico. Increíble. Empezó siendo lo peor, eso lo tengo en cuenta, sí. Pero ha terminado lleno de sorpresas que a día de hoy consiguen que sea un poquito más feliz y que crea que todo lo malo se compensa con mucho bueno (ooou yeah). Y si ya termina otro año más de carrera, quiere decir que este blog tiene ya también tres años. Felicidades. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores