martes, 9 de octubre de 2012

Popurri de cosas

Demasiadas emociones juntas en un día como hoy.

Me levanté, dormí de lujo. La noche anterior estuve viendo el primer capítulo de la sexta temporada de House. Cuando abrí mis ojos debido a los rallos de sol que entraban por la habitación, pude comprobar que estaba peor que ayer. Notaba mis manos frías y mi cuello caliente, tenía fiebre. Mi nariz era un infierno, los mocos corrían gustosos por mis profundidades nasales. Estuve hablando con mis compañeros de universidad y me "convencieron" que me quedara en casa, que mañana me ponían al día de los apuntes y demás. Decidí aceptar.

En cuanto el medicamento hizo efecto, pude limpiar mi cuarto y mi zona del piso. Me encontraba mejor. He estado toda la tarde estudiando, pasando apuntes, estoy bastante cansada pero alegre, contenta, con una sonrisas imborrable en mi rostro. De repente, la puerta sonó, era la amiga de Andrés, juntos fuimos a hacer mandados, bastante curioso la verdad.

Cuando terminamos, decidimos ir al piso, yo no estaba para muchos trotes. Cuando Andrés estaba abriendo la puerta pudimos ver esas marcas encima de los timbres. Según Bea, nuestra compañera de piso, hay una serie de "rumanos" que se dedican a robar a los estudiantes, hacen marcas encima de los timbres y aprovechan cuando hay un puente para robar. Yo al ver que nuestras vecinas, también estudiantes, tenían otra marca diferente y que los vecinos de enfrente que son señores mayores no, decidimos llamar a nuestras vecinas. Estuvimos comentándoles lo del rumor del robo de piso, a todo esto, que llegan más y más vecinos estudiantes. Total, nos juntamos más de veinte personas en el rellano charlando de los robos. Más tarde, uno a uno fuimos presentándonos, diciendo nuestro nombre, nuestro pueblo, la carrera que estábamos haciendo y la edad. Hemos quedado en hacer una pequeña fiesta. Nos hemos reido muchísimo. Andrés llamó a la policía para informarles de las marcas en la puerta y no nos hicieron caso. Hemos terminado enseñándoles la casa todos nuestros vecinos estudiantes. Mi cuarto ha causado sensación y eso me encanta.

Más tarde decidí hacerme la cena, de nuevo la fiebre se apoderaba de mi. Pero mis ibuprofenos la combatían con energía. Cuando Andrés volvió y decidimos tomarnos unos chupitos. Justo cuando el alcohol pasó a nuestras venas sin querer se nos calleron los vasitos al suelo. Comenzamos a reírnos de lo tontos que éramos. De repente, escuchamos porrazos. Pensamos que era Bea y Navic comenzó a aporrear su pared. Nos quedamos en silencio y volvieron a aporrear mucho más fuerte y con gritos. En corazón se me encongió, sin dudarlo me imaginé a los "rumanos" saltando por el balcón para violarnos a todos. Vemos que el sonido viene de la cocina, Andrés se asoma y es el vecino quejica gritándonos "sinverguenzas, borrachos, jaleosos, que solo molestamos" insultó a Andrés y este se puso como una fiera, lo paré y salió Navic a hablar con el hombre, el hombre seguía insultándonos "golfos, que dais asco, voy a llamar al policía" y Navic viendo que nos había faltado el respeto cantó "olé, olé y olé" nos metimos dentro y comenzamos a reirnos.

Poco rato después tocaron a la puerta, era la policía. Abrimos los 20 cerrojos que tiene la puerta y estaba la policía con el vecino viejo. La policía comenzó a hablar con nosotros y el viejo no les dejaba así que nos pidieron entrar en casa. Amablemente le ofrecimos pasar. Les estuvimos comentando que el hombre nos está dando muchos problemas, que se queja hasta porque tendamos, porque lavemos los platos. Los policías vieron que no teníamos montada ninguna fiesta, solo que se nos cayeron unos vasos al suelo y nos reímos, así que nos dieron la razón, nos dijeron que teníamos que aguantar a un señor así, así que al fin y al cabo, no vinieron a echarnos la bronca si no a consolarnos... tras terminar la conversación, abrí la puerta y el viejo quisquilloso estaba pegado a la puerta escuchandolo todo... nos quedamos flipados.

Minutos más tarde tocaron a la puerta de nuevo. Andrés y yo nos quedamos muertos. Abrimos y eran nuestras vecinas. Les contamos lo que había pasado y se quedaron heladas. Hemos decidido hablar con el casero que viene este jueves a cambiarme el colchón al fin :) le comentaremos un poco lo que ha pasado y espero que halla una solución porque no es normal que no podamos ni lavar los platos porque hacemos ruido y no puede leer...

En fin, un día variado y muy ramdon... espero que sigan siendo así, buenas noches Granada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores