Me levanté drogada de amor. Abrí los ojos y ahí estaba él, a mi lado. Sonreí. Decidimos levantarnos y almorzar, era tarde, había dormido como los ángeles.
La tarde fue bastante amena. Entre muffins y risas variadas, el día terminó sin nada interesante. Me gustaba estar allí, con él. Juntos.
Esa noche, volví a dormir, pude descansar sabiendo que a la mañana siguiente, él seguiría a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario